Echar huevos

Echar salsa a los huevos cocidos y juntarlo con la yema es muy socorrido. [Foto: diariovasco.com]

Recetas originales

¡Atrévete a echarle un par de huevos!

Echar un huevo en algunos platos, como puede ser pescado, sopas o carnes, es algo que muchas veces no se nos ocurre y podría dar un giro de 180 grados a nuestras recetas

diariovasco.com | 10/12/2018 |

Echar un huevo cuando estamos preparando ciertos platos habituales en nuestra dieta puede ser todo un acierto. Por ejemplo, si tienes un pescadito y nada con lo que acompañarlo, coronarlo con un huevo pochado le dará un toque de sabor, textura y jugosidad.

Si te atreves a echar un huevo escalfado sobre tus recetas de pescado conseguirás un gran plato con un acompañamiento saludable

Aunque no es necesario esperar a no tener otra alternativa para echar un huevo a nuestras recetas. De hecho, salsas como el pesto o la carne picada nos pueden dar un juego increíble con el huevo como aliado.

No, la cuestión no consiste en cocer o freír un huevo y cubrirlo de salsa, la clave está en cocer el huevo, quitarle la yema e incluso parte de la clara si se quiere conseguir una cavidad mayor, mezclar la yema con la salsa en cuestión, rellenarlo y gratinarlo. De esta forma tienes un plato completo y lucido en pocos minutos y aprovechando los restos de salsa o tarros que tenías guardados.

Para preparar en cualquier momento, si tienes salmón ahumado y huevo puedes hacer varios platos diferentes. Son dos sabores que casan muy bien. Por un lado, puedes optar por una tortilla o revuelto de salmón, aunque si buscas algo más llamativo puedes rellenar los huevos cocidos con salmón picado y queso crema, consiguiendo una combinación de sabores y texturas perfecta.

Echarle pan rallado al huevo

Pero el huevo no tiene porqué ser siempre un actor secundario. Podemos encontrar e incluso crear nuevas formas de disfrutar de este alimento tan versátil, y el huevo frito empanado es una de ellas.

Se echa el huevo a la sartén y se reserva hasta que esté frito. En una bandeja engrasada se echa una cucharada de bechamel, se pone el huevo encima, y se cubre con bechamel. Cuando se enfríe todo se pasa por pan rallado, huevo batido y pan rallado de nuevo, a la sartén y ya tendremos el huevo frito empanado o, como lo llaman muchos, huevo turco.

Y si quieres ir un paso más allá puedes echarle un poco de arte y sorprender con unos exquisitos y facilísimos huevos duros fritos, ¿los has probado? Tras cocer los huevos, se quita la yema y se rellenan con bechamel y beicon. Se cierran y se recubren de una pasta hecha con las yemas y un poco de bechamel, se pasan por pan rallado y huevo y se echan la sartén, ¡qué delicia!