La horchata casera puede ser un gran plan para disfrutar de un rato agradable en la cocina con los niños o rememorar viejos tiempos con nuestros padres y abuelas.
Y es que esta icónica bebida del verano se puede encontrar en diferentes versiones y lista para tomar en el supermercado, pero no hay nada como dar un trago de una auténtica horchata natural lo cual no tiene mucho misterio.
La horchata de chufa y la de almendra son algunas de las más conocidas o consumidas actualmente, aunque tradicionalmente esta bebida era preparada también con otros frutos secos.
Si bien puede parecer complicada dado su exquisito sabor, lo cierto es que para preparar horchata solo se necesita agua, azúcar y el fruto seco en cuestión o chufa (que es una raíz deshidratada).
Para hacer horchata en casa solo se necesitan chufas u otros frutos secos, agua y azúcar
En el caso de preparar horchata de chufa, lo primero es poner las chufas a remojo para hidratarlas. Se deben dejar reposar en el agua entre 24 y 48 horas, cambiando el agua varias veces para eliminar las impurezas que puedan desprender las chufas.
Una vez listas, se colocan las chufas con agua limpia en un recipiente y se van triturando con la ayuda de una batidora. Para conseguir un buen resultado se necesita de algo de paciencia, ya que cuanto más tiempo estemos más contenido extraeremos de las chufas o fruto seco que utilicemos.
La horchata ya preparada, en reposo
Cuando los frutos secos hayan soltado ya toda la leche se pasa el resultado por un chino. Esta es la mejor forma de deshacerse de los restos sólidos, obteniendo además algo más de líquido. Otra opción si no se dispone de mucho tiempo o ganas es pasarla directamente por un colador.
Una vez realizado este paso solo queda añadir el azúcar. No importa el tipo de azúcar a añadir, basta con ir añadiendo y probando hasta que esté a nuestro gusto.
Aunque lo mejor es probar el resultado antes de añadir azúcar, ya que la propia leche de chufa ya contiene azúcares naturales o sacarosa.
Una vez lista se debe dejar reposar la horchata un par de horas en el frigorífico y consumir preferentemente antes de un par de días, ya que se estropea con facilidad.