Asozumos acaba de publicar un informe en el que se recogen mitos y realidades sobre los zumos de frutas naturales y néctares comerciales con el objetivo de informar y guiar a profesionales y consumidores. En la primera entrega de una publicación que será periódica, se habla de las propiedades nutritivas de los zumos comerciales y de sus beneficios para la salud.
Los zumos comerciales llevan hasta un 25% más de vitamina C que los naturales
La primera aseveración de este informe es que “los zumos comerciales mantienen intactas sus propiedades nutritivas durante el proceso de elaboración”, al contrario de lo que sucede con las frutas frescas. La explicación está en que la fruta siempre se recoge en el momento óptimo de maduración, lo que favorece su color, aroma, sabor y textura. También hay que tener en cuenta que la vitamina C es responsable entre un 77 y un 96% de la capacidad antioxidante del zumo de naranja, y esta vitamina está más presente (se puede incrementar hasta en un 25%) en los néctares industriales que en los naturales.
La segunda conclusión a la que ha llegado este informe, siempre basándose en otros estudios científicos, es que “los zumos envasados reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en la misma proporción que las frutas y verduras frescas”. Además, también se afirma que puede jugar un papel importante contra el Alzheimer, retrasando su aparición; y que puede disminuir la obstrucción de las arterias y el colesterol DLD por su capacidad antioxidante. Se ha comprobado que las personas que consumen zumo de naranja durante cuatro semanas consecutivas reducen significativamente la presión arterial diastólica.
Zumos buenos para nuestros dientes
La última afirmación que se hace en este primer informe es que “los zumos comerciales no contienen azúcar añadido y su consumo adecuado no perjudica a la salud dental”. Agua, hidratos de carbono y azúcares solubles son los componentes principales de estos zumos, que en algunos casos pueden tener incluso efectos positivos en la salud dental. Así lo ha afirmado un estudio del departamento de Microbiología del Tokyo Dental College, donde se demuestra que los componentes de alto peso molecular incluidos en el zumo de arándano evitan la adhesión de estreptococos orales en la superficie de los dientes, lo que retrasa el desarrollo de una capa bacteriana que produce determinadas enfermedades dentales.