Si nos preguntan cuáles son aquellos alimentos que peor sientan a la dentadura de los pequeños de la casa, todos responderemos rápidamente las golosinas, auténticas enemigas de la salud dental a cualquier edad. La explicación es que provocan caries por los ácidos que se crean por las bacterias de la boca que se producen después de comer, más concretamente cuando éstas metabolizan los azúcares que provienen de cualquier alimento.

Dentro de los dulces, el chocolate es el menos perjudicial para los dientes

Por ello, y dado que es complicado evitar que los niños y niñas coman dulces, lo más recomendable es darles chocolate. Y es que está demostrado que una parte del grano del cacao posee contenidos antibacterianos.

Una vez detectados los verdaderos enemigos, que se pueden reducir a todos aquellos alimentos ricos en azúcares, habría que pensar qué alimentos pueden ser los que mejor protegen la dentadura de los más pequeños.

El primero de ellos sería el queso, un alimento perfecto en este sentido. Su alto contenido en calcio y fósforo ayuda a equilibrar el PH de la boca, a la vez que reconstruye el esmalte dental y estimula la producción de saliva. Así, el queso, sobre todo si es curado, puede ser un perfecto final para cualquier comida, aunque a muchos niños no les guste especialmente. En esta misma línea, la leche también es un aliado de nuestra boca, ya que aporta calcio y vitamina D.

El agua, siempre buena

Las frutas y los vegetales crudos también son buenos para los primeros dientes. Sus fibras, naturales, provocan que al masticarlas se produzca una cantidad de saliva por encima de lo habitual. La saliva contiene bicarbonato, una sustancia capaz de neutralizar los ácidos y evitar que aparezcan las caries. De entre todas ellas, habría que destacar la manzana, que posee un importante antioxidante que funciona como protección antibacteriana, y todas aquellas frutas especialmente ricas en agua, como es el caso del melón o la sandía. Además, también hay que destacar las bondades de la cebolla, que también contiene sustancia antibacterianas si se toma sin cocinar.  

Por último, hay que resaltar también que el agua siempre va bien a los dientes, ya que limpia la acidez y elimina los residuos de azúcar que dejan los alimentos.