Son verduras que se cultivan a pocos kilómetros de aquí o incluso en nuestras huertas pero que en ocasiones no son demasiado conocidas en nuestras cocinas. Hablamos, sobre todo, de la borraja y el cardo, quienes junto a las alcachofas son las tres verduras que mejor están en estas fechas. Además de las muchas variantes en las que pueden ser cocinadas, todas ellas tienen muchos beneficios para nuestra salud.
La borraja es esa verdura con tallo y hojas cubiertos de unos pelillos largos y ásperos, pero con un sabor muy delicado. Se puede comer cruda en ensalada, hervida con unas gotas de aceite de oliva y de vinagre, frita con harina o incluso gratinada con queso y bechamel. La borraja es una verdura con un valor energético muy bajo y rica en antioxidantes, potasio, sodio, calcio y hierro.
El cardo, por su parte, es una verdura con un tallo extremadamente largo y con unas pencas más blancas que son crujientes, tiernas y con sabor suave, dulce y con toques amargos. Como la borraja, se puede cocinar de muy distintas formas y es rico en fibra y aporta pocas proteínas y grasas.
Las alcachofas, muy presentes
Las alcachofas son las más presentes en nuestras cocinas de este triunvirato de verduras de invierno. Aunque hoy en día se cultivan alcachofas durante todo el año, hay que señalar que la variedad de mayor calidad y más cultivada por estos lares es la alcachofa blanca de Tudela, de forma redondeada, pequeña, con hojas compactas y de color verde y que necesita el frío para crecer correctamente.
Los beneficios de la alcachofa en la salud son infinitos
Existe una infinidad de maneras de cocinar esta verdura: cocida, asada, frita, rebozada, en tortilla, guisada con patatas… Su carne suculenta, jugosa y fina, dulce pero con un amargor final, la convierte en una verdura muy agradecida.
Aunque no son pocos quienes relacionan las alcachofas con sus propiedades adelgazantes por una famosa dieta, los beneficios de este alimento van mucho más allá. Tiene propiedades digestivas que pueden servir para tratar enfermedades como la anemia, la diabetes o el reuma, además de ayudar a rebajar el colesterol ‘malo’. También regula estreñimientos, vómitos o náuseas, si los hubiera, y ayuda a controlar el apetito. ¿Alguna bondad más? Es diurética y nos ayuda a eliminar líquidos.