Aunque lo habitual es encontrar en los comercios este tipo de envasados, pero también podemos envasar al vacío en nuestras propias cocinas. Los factores a valorar para decidir utilizar esta técnica tienen que ver con el gasto económico, por un lado, y su alta eficiencia por otro. Uno de los inconvenientes comienza con la adquisición de envases aptos para el vacío, lo que exige un desembolso inicial que varía en función del tipo de recipiente que elijamos.

El Diario Vasco le ofrece durante estos días la posibilidad de hacerse con estos envases y la bomba

Si bien las máquinas envasadoras tienen un coste más elevado, existen otras alternativas como los recipientes de plástico o de vidrio con un precio menor y muy sencillos de utilizar. Estos instrumentos incorporan la bomba de retirada de aire y un sistema de sellado que garantiza la conservación.

No obstante, en algunos casos podemos cometer un pequeño error que repercutirá directamente sobre la comida envasada. Aunque a veces podamos perder el plato que habíamos preparado con mimo y cuidado, hay que tener en cuenta que no es un problema habitual y se repara en futuras ocasiones con más atención en el proceso del vacío.

Entre las principales ventajas de este sistema se encuentra la conservación de los alimentos. Al retirar todo el oxígeno del envase, los productos dura entre tres y cinco veces más, además de preservar su apariencia porque los microorganismos como las bacterias crecen a un ritmo mucho más lento.

Otra propiedad a tener en cuenta es que logra eliminar las quemaduras por congelación que suelen aparecer en los alimentos que hemos introducido en el congelador y han tocado el hielo. Los envases protegen su interior y evitan que se ponga en contacto con el aire frío del electrodoméstico.

Sencillez

Un aspecto más que inclina la balanza a favor de esta técnica es su sencillez. Si se utilizan recipientes en lugar de bolsas, tan solo es necesario lavar bien el producto a envasar si está crudo antes de introducirlo, colocar la tapa y retirar todo el aire con la bomba incorporada en este tipo de envases.

En cuanto al material a elegir, se puede optar por el cristal o por el plástico. Este último se encuentra especialmente recomendado para conservar grandes cantidades de alimento, como por ejemplo un guiso. Además, presenta la ventaja de poder marinar carnes en su interior en menos tiempo, ya que al hacer el vacío e introducirlo en la nevera, este proceso de produce de manera más rápida.