Trucos no llorar al cortar cebolla

Existen algunos trucos para no llorar al cortar cebolla [Foto: diariovasco.com]

Consejos prácticos

Trucos para no llorar al cortar cebolla

No llorar cortando cebolla es posible con estos sencillos trucos. Despídete de esas viejas gafas de buceo, que te protegen de los gases de la cebolla y elige el truco que mejor se adapte a tus necesidades, sin necesidad de recurrir a tu equipación playera

diariovasco.com | 20/10/2016 |

Existen trucos para no llorar al cortar cebolla, una labor que se ha convertido en una molestia a la que nos hemos acostumbrado y que podemos evitar con estos simples gestos. Desde la preparación de la cebolla antes de manipularla hasta el tipo de cuchillo que utilicemos pueden sernos de gran ayuda para evitar que las lágrimas fluyan.

Un buen cuchillo o encender la campana extractora son trucos nos pueden ayudar a no llorar con las cebollas

La clave está en controlar los gases que desprende la cebolla. Una buena forma es dominarlos directamente desde su emisión, para ello, un truco muy útil es meter unos minutos la cebolla al congelador antes de cortarla o picar la cebolla sumergida en un recipiente con agua. Realizar el corte con la cebolla sumergida puede resultar algo incómodo, por lo que se puede optar también por pasar, repetidas veces, por debajo del chorro de agua el chuchillo y la cebolla durante la manipulación del alimento.

Si no nos da tiempo a enfriar la cebolla o preferimos cortarla en seco, a la hora de evitar que las lágrimas inunden nuestros ojos podemos encontrar muchos aliados en la cocina. Por ejemplo, un truco muy utilizado es el de encender la campana extractora o incluso una vela para absorber los gases.

Utilizar los utensilios adecuados

Pero si lo que queremos es reducir la emisión de gases al máximo, hay ciertos detalles que podemos tener en cuenta, como es el cuchillo. Una buena opción es optar por un cuchillo bien afilado, ya que de esta forma el corte será más limpio y no machacaremos tanto las capas de la cebolla.

Otro de los trucos incluyen también el cuchillo. Esta técnica consiste en humedecer la hoja con un poco de vinagre para neutralizar el gas. Resulta muy efectiva, pero esta práctica supone introducir un nuevo sabor en el corte por lo que la cebolla puede coger cierto aroma a vinagre.

Aunque la manera más infalible es contar con un buen equipo de cocina y depurar la técnica de corte. Una buena tabla, un cuchillo grande, que permita llegar a las capas inferior si aplastar las superiores y un corte rápido y preciso. Además, para evitar el radio de emisión de gases de la cebolla lo mejor es realizar el corte con los brazos bien estirados, de forma que la cebolla quede lo más alejada posible de nuestro cuerpo.