Las cuchillas quedarán impolutas si ponemos medio litro de agua caliente y unas gotas de detergente en el vaso, cerramos la tapa y ponemos un minuto en velocidad progresiva 5-7-9. Después, tan solo hay que aclarar con abundante agua fría. El vaso del robot de cocina es, con lógica, la parte que más problemas de limpieza plantea, al cocinarse todo en este adminículo.

Un truco para eliminar los residuos que quedan a pesar de haberlo rebañado bien consiste en pulsar el botón turbo con la máquina fría, lo que hará que los restos saldrán disparados hacia las paredes, de las que se pueden retirar con facilidad. Si la máquina está caliente, se puede hacer con el mando de la velocidad máxima.

Para evitar malos olores, basta con poner en la jarra un litro de agua tibia con zumo de medio limón y programar 40 segundos en velocidad 8

Más ideas

Hay algunas comidas que exigen que el vaso se encuentre completamente seco, como el pan duro triturado o el azúcar glas. Para lograrlo, primero hay que secarlo muy bien con el paño, cerrarlo vacío, y pulsar el botón del turbo. Las cuchillas y paredes tendrán unas gotitas, que se pueden retirar y asegurar así un secado absoluto.

Del mismo modo, otras preparaciones como las natas o los sorbetes no se pueden elaborar con el vaso recién utilizado porque se mantiene caliente. En este caso, se enfría con rapidez si se tritura una bandeja de cubitos de hielo y se deja el vaso en la máquina durante un minuto.

Cuando se hacen masas con el robot de cocina, como de pizza o de pan, es fácil que por su textura se queden pegadas. Para extraerlas con seguridad, una vez finalizada la receta de la masa se gira el vaso, para después mover de una lado hacia otro la ruleta que forma parte de las cuchillas y que se encuentra en la parte inferior.

Los olores, como en cualquier otra técnica de cocina, suelen generar por lo habitual problemas que con el robot de cocina tienen rápida solución. Si se desea cocinar varios platos diferentes consecutivos, tan solo es necesario poner un litro de agua tibia en vaso con el zumo de medio limón o con un chorrito de vinagre y programar 40 segundos en velocidad 8. Con esta sencilla práctica se garantiza que el postre no tendrá nada que ver con el guiso de carne anterior, y nuestros platos siempre tendrán el sabor exquisito que pretendemos.