Un suflé de chocolate

El suflé de chocolate, todo un clásico [Foto: diariovasco.com]

Cocina

El suflé, sin secretos

Este plato puede ser dulce o salado, pero siempre será muy delicado. Aunque para muchos se trate de un verdadero jeroglífico complicado de descifrar, existen unos cuantos trucos que ayudarán a lograr un mejor resultado

diariovasco.com | 20/07/2014 |

El suflé es una forma de cocinar que da como resultado un plato ligero y delicado que siempre debe pasar por el horno y que tiene dos ingredientes básicos: claras de huevo batidas al punto de nieve y una base de nata, cuando es dulce, o puré, si es salado. Y es que aunque tradicionalmente se haya relacionado con el postre, cada vez está más presente en los platos salados. En cualquiera de los casos, es una receta que siempre requiere de cierta destreza en la cocina y que, para muchos, es un auténtico jeroglífico imposible de descifrar.

El resultado siempre debe ser un plato esponjoso y suave, que se deshaga en la boca, no sepa a harina y que, además, tenga una apariencia de estar inflado. Una larga lista de requisitos, en todo caso, sea cual sea su condimento principal. El limón y el chocolate han sido tradicionalmente los ingredientes protagonistas, pero de un tiempo a esta parte la fresa o la vainilla han ganado presencia en los postres, mientras que entre los salados se pueden destacar los suflés de queso, diferentes verduras o incluso pescado, como es el caso del salmón.

Los huevos deben estar a temperatura ambiente para que el resultado sea bueno

Algunos trucos

Existen una serie de pautas a tener en cuenta a la hora de elaborar un suflé y que ayudan a que su resultado sea el perfecto. La primera premisa, muy importante, es que mientras el plato esté en el horno, nunca se debe abrir la puerta, sobre todo si es mientras el suflé se está hinchando. En el horno entrará aire frío y estropeará el proceso.

Pero, además, hay otros detalles que cuidar como, por ejemplo, la temperatura de los huevos que se van a utilizar y que deben estar a temperatura ambiente, por lo que habrá que sacarlos con tiempo del frigorífico. Además, a la hora de batir los huevos al punto de nieve siempre viene bien añadir una pizca de sal.

El molde deberá colocarse en la parte inferior del horno y sus paredes deberán estar bien impregnadas de mantequilla para que el suflé pueda ‘crecer’ sin problemas. Una vez terminado el horneado, un proceso que durará alrededor de tres cuartos de hora, se recomienda dejar durante unos pocos minutos el suflé en el horno si haber abierto la puerta previamente. Además, hay que tener en cuenta que el suflé no se mantendrá hinchado durante más de media hora… ¡Date prisa para disfrutarlo!