Trucos para abrir tarros de cristal

Existen varios trucos para abrir sin esfuerzo tarros de cristal [Foto: diariovasco.com]

Consejos prácticos

Tres trucos para abrir un tarro de cristal sin esfuerzo

Abrir un tarro de cristal requiere más maña que fuerza, y si no que se lo pregunten a todos aquellos que se hayan tenido que pegar con un tarro para ver después como otra persona lo abría con un simple giro de muñeca y algo de tacto.

diariovasco.com | 29/08/2016 |

Existen varios trucos que nos pueden ayudar a la hora de abrir un tarro de cristal envasado al vacío. Es precisamente este método de conservación lo que a menudo hace de este envasado una misión imposible a la hora de abrirlo por primera vez. Aunque es buena señal, ya que queda claro que en el tarro no entra un ápice de aire que pueda estropear el producto hasta que este es abierto por nosotros.

Una punta metálica y un chorro de agua caliente son trucos que nos pueden ayudar a abrir un tarro de cristal

Por mucha fuerza que se le aplique la tapa no va a ceder más fácil. Una vez lo tengas asumido, será mucho más fácil abrirlo. Para ello uno de los puntos más socorridos es recurrir a la punta metálica de un cuchillo, o a una de las puntas de un tenedor. El truco consiste en introducir la punta en paralelo al tarro en uno de los huecos que podamos encontrar en la tapa. En cuanto se deshaga el vacío lo notaremos, ya que la tapa se abombará levemente con la entrada del aire, y podremos abrirlo sin ninguna dificultad.

La clave en todo caso es conseguir romper el vacío. Otra forma de hacerlo y conseguir abrir un tarro de cristal sin problema es introduciendo la tapa en agua caliente. Ya sea bajo el mismo chorro del grifo de la cocina, o si se prefiere con un poco de agua calentada en una olla, sin que esta llegue a hervir. En este caso abría que sumergir solamente la tapa también.

El truco final para abrir un tarro de cristal

Si utilizando estos dos métodos anteriores la tapa todavía se resiste a salir, una última opción es someterla a una fuente de calor más intensa. Hay que tener mucho cuidado ya que los tarros de cristal sometidos a temperaturas excesivas pueden estallar. Si vamos a optar por esta opción podemos utilizar un secador de pelo.

El truco está mantener el secador a una distancia segura y enfocando su calor directamente al borde de la tapa en sentido perpendicular al tarro. Si no lo hemos conseguido de ninguna otra forma esta tendría que servir, si no siempre se puede volcar el tarro y dar unos toquecitos en el 'culo', ya que también suele funcionar.