Las tostas son una preparación muy recurrente en la sociedad actual. Sin embargo, al tratarse de un plato en el que el ingrediente principal es el pan, se recomienda consumir pan de tipo integral, ya que aporta más fibra e hidratos de carbono que tardan más en asimilarse y contienen los niveles de glucosa.
Las tostas son el aperitivo ideal: basta con combinar ingredientes cotidianos de forma original
Después, en función de lo que tengamos en la nevera y de nuestro gusto podemos cambiar los ingredientes y hacer las combinaciones infinitas. La clave está en la combinación de ingredientes cotidianos con un poco de gusto, y claro, la presentación también es importante.
Una propuesta para esta época del año es la tosta de aguacate con queso fresco, granada y un chorrito de aceite de oliva. Su preparación es muy sencilla. Por un lado, pelamos el aguacate y lo cortamos en rodajas y, por otro lado, pelamos la granada y soltamos los granos. A continuación, sobre la base de pan tostado colocamos los aguacates y por encima le echamos las piezas de granada con un poco de queso fresco, y para finalizar, le echamos un chorrito de oliva.
Esta tosta es, por sus ingredientes, un plato muy nutritivo, que aporta grasas saludables, antioxidante y con un valor energético realmente bajo.
Mango, mozarella y limón
Otra propuesta muy apetecible es una tosta de mango con queso mozzarella y zumo de limón. Para empezar, tenemos que pelar el mango y cortarlo en rodajas alargadas, después cortar la mozzarella en rodajas y realizar el zumo de limón. Encima de la tosta de pan le colocamos las rodajas de mozzarella y, por encima de ellas, las rodajas del mango, como toqué final le echamos por encima el zumo de limón. Este plato es una gran fuente de antioxidantes y de vitamina C.
Y una última propuesta sería la tosta de espinaca con tortilla francesa y queso cheddar. En primer lugar, tenemos que preparar la tortilla francesa. Después, sobre la base de pan posaremos un par de hojas de espinacas crudas y por encima pondremos la tortilla francesa. Para finalizar, rallamos encima de la tortilla un poco de queso cheddar.
Esta receta, gracias a sus ingredientes, es un plato lleno de recursos naturales de vitaminas, fibras y minerales, que además aporta pocas calorías y no contiene grasas.