Escoger el pavo para un celebración especial de Navidad puede ser igual de importante que seguir bien los pasos de la receta escogida para su preparación. Esta carne, con la que la mayoría no se encuentra especialmente familiarizado, representa una de las grandes apuestas en estas fiestas navideñas.
Se debe escoger un pavo de color blanquecino y textura compacta
Si queremos sorprender a nuestros invitados con un guiso de película, lo primero es escoger bien el pavo. Siguiendo la tradición, se suele optar por preparar un pavo entero, puede resultar algo complicado calcular el tamaño adecuado, por lo que una medida que nos puede ayudar es calcular 600 gramos de carne por persona.
Dependiendo de los matices que busquemos, deberemos fijarnos si se trata de un pavo salvaje o se trata de un pavo criado para su consumo. Este segundo presenta una carne más blanda y suave, mientras que la primera que tiene a albergar una textura más fibrosa y un sabor más intenso.
En cuanto al género, si tenemos la opción de elegir, es mejor optar por una hembra, ya que su carne es más jugosa. Este factor es muy imprescindible, ya que si hay algo esencial a la hora de preparar un pavo es conseguir una carne jugosa.
En todo caso, y a la hora de escoger una pieza entera, es recomendable apostar por un pavo de aspecto compacto. El color de su carne debe presentar un tono blanquecino, jamás azulado, y se deben desechar los ejemplares cuya piel esté húmeda. Si se opta por el pavo congelado, se debe comprobar que esté completamente envuelto y sin orificios ni aberturas.
Una vez escogido, ¿cómo consigo una pavo jugoso?
Pasado el decisivo momento de escoger el pavo, llega otro no menos importante, el de conseguir un pavo jugoso. Evitar un pavo seco es el mayor reto al que se enfrenta quien decide cocinarlo, pero hay ciertos trucos que pueden ayudarnos a que esto no suceda.
Lo primero es derretir manteca de pavo o de cerdo y empapar en ella un trapo de lino o algodón. Utilizaremos este paño para recubrir el pavo durante su cocción, lo que nos ayudará a conseguir un pavo jugoso, ya que mantiene los jugos del pavo en su interior, aportando además la salsa del pañuelo.
Para que no se nos pase el tiempo de horno, pero tampoco nos quede crudo, hay que calcular una hora de horno por kg de carne, a una temperatura baja. Y para rematar su jugosidad, un gran truco es envolver el pavo con papel de aluminio durante 15 minutos, una vez sacado del horno.