Entre los nuevos productos que han entrado en la cocina vasca para quedarse está la stevia. La stevia es una pequeña planta que puede cultivarse en cualquier maceta. El valor de sus hojas reside en su potente capacidad edulcorante, que supera en 200 veces al que presenta el azúcar. Además, tiene una serie de propiedades que aconsejan su consumo como una alternativa saludable.
Procede de Brasil y Paraguay y su capacidad edulcorante es 200 veces mayor que el azúcar
Para comenzar, no aporta casi calorías a nuestra dieta, algo que agradecerán muchos de quienes han decidido conservar la línea. Sin embargo, goza de otra característica más importante porque afecta a nuestra salud. La stevia es el más poderoso antioxidante natural conocido, con una capacidad seis veces superior a la del té verde.
Este rasgo la convierte en una medicina natural para personas con enfermedades como la arterioesclerosis, el desorden funcional del hígado o la diabetes, que pueden causar apoplejía cerebral e infarto de miocardio. El poder antioxidante de esta planta evita los riesgos de circulación de la sangre y aleja el peligro de padecer estos males.
Sus ventajas también aluden a nuestro sistema inmunitario. La stevia refuerza las defensas al tiempo que tiene una enorme energía de desintoxicación. Puede disolver dioxina, nicotina e histamina, matar bacterias patógenas resultantes de una intoxicación alimentaria y proteger contra daños producidos por alimentos contaminados.
Todas ellas son razones más que suficientes para hacer la prueba y comenzar a utilizarla en nuestra dieta, siempre teniendo mucho cuidado en las dosis, pues su capacidad edulcorante es muy elevada y pasarnos puede estropear un plato cocinado con todo nuestro cariño.
Cultivo
Obtenerla no entraña ninguna dificultad e incluso puede ser casera. Los amantes de las plantas pueden reservar una maceta para cultivar sus semillas. Una vez crece, hay que cortar sus ramas, juntarlas en un ramo y dejarlas secar durante un par de días.
El siguiente paso es importante, porque el poder edulcorante se encuentra solo en las hojas, mientras que las ramas son amargas. Seleccionadas las hojas exclusivamente, se cortan en juliana y se introducen en cualquier aparato de molido para obtener el producto final, un polvo verde preparado para su uso.