Los postres de Halloween no pueden faltar para dar ese toque dulce y terrorífico a nuestra celebración. Huesos, ojos, insectos, fantasmas… existe todo un mundo de opciones y sabores con los que deleitar a los invitados. Además, con una sencilla preparación, estas propuestas son perfectas para pasar un rato agradable con los más pequeños mientras cocinamos en familia.
Convertir un brownie en divertidos ataúdes de postre para Halloween es facilísimo
El merengue puede ser una gran alternativa en esta fiesta y es que su tono y textura lo hacen perfecto para dar vida a fantasma y crear huesos comestibles. Prepararlos es tan sencillo como batir las claras de huevo hasta conseguir una buena consistencia al punto de nieve y una vez estén bien ligadas ir añadiendo azúcar al gusto. Esencias, como aroma a vainilla, aportarán un toque extra de sabor a tus fantasmas.
A la hora de hacer la forma de los fantasmas, lo más sencillo es utilizar una manga pastelera de boquilla ancha y después darle los últimos retoques con la ayuda de un cuchillo sin punta. Una vez listos los cuerpos de nuestros fantasmas, bastará con una hora de horno, a 100ºC para que estén crujientes por fuera y jugosos por dentro. Y para ponerles cara es tan sencillo como hacerse con un poco de chocolate derretido y la ayuda de un palillo, con el que personalizar cada uno de ellos con diferentes ojos y bocas.
Para preparar huesos de merengue se seguirá el mismo proceso de elaboración de la masa y el horno, con la pequeña diferencia de la forma. Para ello es conveniente hacer dos pequeñas bolitas juntas, crear una línea gruesa de merengue que salga entre las dos y se una con otras dos bolitas.
Postres de Halloween con chocolate
Aunque si eres un amante del chocolate y prefieres jugar sobre seguro, hay un montón de postres de Halloween que lo llevan. Galletas, bizcochos y muffins adoptan un toque de lo más festivo con este ingrediente como protagonista y un poco de imaginación.
Los ataúdes de chocolate son fáciles de conseguir y hay diversas formas de prepararlos. Un éxito asegurado en ataúdes de chocolate es el elaborado a base brownie. Es tan sencillo como elaborarlo con la receta que se prefiera y una vez esté listo, se corta con forma de ataúd, se recubre con mermelada o sirope de fresa, para que se derrame al ser cortado y se cubre con una cobertura de chocolate que dejaremos endurecer durante un par de horas en el frigorífico.
Para conseguir un acabado perfecto, las perlas plateadas de azúcar o anís nos ayudarán a simular los clavos del ataúd.