La sartén de teflón es una de las más comunes. Este material recubre la superficie de la sartén y le dota de un poder antiadherente muy útil para lograr platos atractivos. El precio de estas sartenes es otra de las ventajas, pero no hay que olvidar que generalmente se rayan fácil y que cuando se alcanza determinada temperatura se desprende el teflón, que es una sustancia tóxica.

Las sartenes de acero inoxidable tienen sus pegas, pero duran para toda la vida

Las dos alternativas que eliminan la presencia de sustancias tóxicas al tiempo que garantizan la antiadherencia son la cerámica y el thermolon, consideradas las primas ecológicas de las de teflón. La ventaja de ambas sartenes es que si se usan de manera correcta y moderada, su capacidad de conseguir que la comida no se pegue es duradera. Su bajo precio es otra razón para escogerla, aunque también deberemos tener en cuenta que se rayan.

Hay otros tipos en el mercado que son antiadherentes sin necesidad de recubrimientos. Es el caso de las sartenes de hierro fundido y las de titanio. Las primeras aportan hierro dietético a los alimentos, además de respetar su sabor y permitir cocinar con menos aceite. En el apartado de inconvenientes, destaca que se oxidan con el tiempo y su precio es relativamente alto.

Las sartenes de titanio comparten no desprender sustancias tóxicas, además de su altísima durabilidad y su buena distribución del calor. Hoy día se fabrican aptas para placas de inducción, y las que tienen el mango desmontable pueden usarse en el horno. Como inconvenientes, cabe señalar su alto precio y su peso.

Acero inoxidable

Otras sartenes que también podemos encontrar en los comercios son las de acero inoxidable, cuya principal desventaja es que la comida se pega mucho, por lo que hay que precalentar el aceite para evitarlo. También son caras y no sirven en cocinas de inducción, pero pueden durar toda la vida y, al igual que las de hierro, tienen una excelente distribución del calor.

Las opciones para elegir son muy variadas, y tan solo es necesario poner atención en las características de cada tipo de sartén para saber cuál es la que más nos conviene en función de nuestras técnicas de cocina.