El sándwich de queso se ha convertido en todo un emblema de la cocina americana. Aunque su gastronomía no es precisamente conocida por ser cuidada y sutil, el sándwich de queso se ha hecho un hueco en las cocinas de medio mundo gracias a su presencia en series y películas.

El secreto de una sándwich bien dorado es untar el pan con mayonesa

Puede sonar fácil y sencillo pero, como todo en esta vida, el sándwich de queso tiene truco. Lo primero es escoger la materia prima y precisamente en variedades de pan y queso podemos encontrar un auténtico mundo de opciones.

El pan, mejor si es artesano. El queso, cualquiera que se funda bien (normalmente este tipo de quesos son los más grasos). El cheddar, havarti, gouda o munster pueden ser algunas de las mejores opciones.

Con esto claro, llega el momento de ponerse manos a la obra. Si quieres conseguir un sándwich de queso de película, tanto en sabor con aspecto, la sartén grill (la que tiene el fondo con forma de parrilla) será tu gran aliada. Las rayas que dibuja en el pan le darán el gran toque muy especial.

El secreto para conseguir un exterior perfecto es la mayonesa. Sí, sí, como lees. No te preocupes si no te gusta su sabor ya que el sándwich no coge el aroma de esta salsa en absoluto. La clave está en untar los lados del pan que van a entrar en contacto con la sartén con mayonesa.

La mantequilla aporta también un buen resultado, aunque realmente no tiene nada que ver. Con la mayonesa se consigue un color dorado único. Además, el pan se quema mucho más tarde, por lo que nos da tiempo de conseguir un resultado mucho mejor.

Otros trucos para el sándwich de queso

Al tratarse de un sándwich que solo lleva queso, no vale racanear, así que pon bien de queso si quieres un resultado sabroso. Un buen truco es combinar varios quesos, de forma que se consigue un resultado mucho más jugoso.

Y bien rellenado y untado con mayonesa, llega el momento de ponerlo a la sartén. Lo mejor es que esté templada, si ponemos el fuego al máximo se quemará. Mejor hacerlo poco a poco, dándole tiempo al queso para derretirse.

Recuerda presionar el sándwich con la ayuda de una espátula o espumadera para que quede bien tostado y el pan y el queso se fusionen.