Hay una serie de consejos que deberemos seguir a la hora de escoger un bogavante en la tienda. Y es que cuando acudimos a la pescadería o a una lonja a comprar marisco, habitualmente suele ser porque tenemos una celebración especial que bien merece que compremos este manjar tan suculento.
El bogavante azul es perfecto cuando queremos hacerlo a la plancha o en un delicioso arroz con bogavante
Lo primero que hay que tener claro es que en los comercios españoles lo más común es encontrar dos tipos de bogavante: el azul, también conocido como gallego, y el canadiense. Pues bien, si queremos preparar una cena perfecta, el que hay que adquirir es, sin duda alguna, el gallego, que resulta ser mucho más jugoso y sabroso.
A simple vista, puede resultar bastante complicado diferenciarlos. En un principio podría decirse que la variedad canadiense cuenta con una cabeza más grande, menos proporcionada con el resto del cuerpo y sus pinzas suelen ser más pequeñitas y gruesas.
La diferencia más clara para poder distinguirlos reside en el color, ya que el gallego, como su otro nombre indica, tiene un color azulado mientras que la especie canadiense tiende a colores verdosos o más amarronados. Una vez cocinado, el azul adquiere un color rojo intenso, mientras que el otro coge un rojo tirando a marrón.
¿Para qué usar cada uno?
Dependiendo del plato que queramos realizar podremos elegir un tipo u otro. Si lo que queremos es explotar al máximo el producto, que sea el gran protagonista de nuestra elaboración, como puede ser al prepararlo a la plancha o en un suculento arroz con bogavante, deberemos utilizar el gallego, que cuenta con una carne más sabrosa, tersa y fina. Por el contrario, si queremos hacer un salpicón, por ejemplo, podremos utilizar sin ningún problema el canadiense, que además de tener un precio mucho más bajo, tiene una carne más blanda.
Se conoce como bogavante gallego, pero éste no es tan común en sus aguas, por lo que su precio suele ser bastante elevado. En muchos casos, el bogavante azul que solemos encontrar en nuestras tiendas suele tener una procedencia británica, unas aguas en las que sí prolifera con facilidad.
Aunque en otro tipo de mariscos sí se suele notar la diferencia entre el gallego y el criado en aguas de otros lugares del mundo, esto no suele ocurrir de forma tan clara con el bogavante, ya que suelen ser bastante similares.