El pan de molde ofrece un mundo de posibilidades que va mucho más allá del clásico sándwich de jamón y queso, paté o crema de cacao. Una de las claves para aprovecharlo y dar rienda suelta a la imaginación en la cocina es aplastarlo.

Aprovecha el pan de molde para presentar unas salchichas rebozadas al estilo de feria americana

Si coges pan de molde, le cortas los bordes y lo aplanas con la ayuda de un rodillo, se vuelve muy manipulable y versátil para innumerables recetas. Una de ellas, que supone un éxito asegurado es la de salchichas empanadas fritas. Seguro que te suenan de verlas ensartadas en palos en las ferias o en los puestos callejeros americanos que aparecen en las películas.

Para preparar las salchichas se pone una rebanada planchada, se coloca encima una loncha de queso, la salchicha y se enrolla la rebanada envolviendo la carne. Una vez pasada por aceite bien caliente, se inserta un palo a lo largo de la salchicha y se puede mojar con comodidad en distintas salsas.

Otra opción cuando ya se tiene el pan de molde aplastado es echarle mantequilla derretida, colocarlo en moldes de magdalena o recipientes de forma similar que se puedan meter al horno y adaptarlo a la forma del mismo dejando hueco en el centro.

Con el pan bien moldeado se echa en el centro un huevo, con cuidado de no romperlo, taquitos de beicon o jamón y queso por encima (lo ideal es que sea un queso que se gratine con el calor). Será suficiente con un golpe de calor en el horno y dejarlo enfriar antes de desmoldar.

Pan de molde para hacer dulces

Pero el pan de molde va mucho más allá de sencillas preparaciones saladas con las que conseguir un tentempié socorrido (y en estos casos muy lucido). Se pueden conseguir unos dulces increíbles que nadie se va a creer que has hecho con pan de molde, además es mucho más fácil de manipular que otras masas.

¿Quién quiere unos canutillos rellenos de crema pastelera o de cacao? Una vez aplastado y sin bordes, pon a remojo el pan de molde en leche con ralladura de limón (como las torrijas), pásalos por huevo y a la sartén con aceite bien caliente.

Recuerda darles forma de canutillo antes de ponerlos en el fuego, dejando un hueco para rellenar en el centro. Y una vez fritos se rellenan y rematan con un toque de cacao, canela o azúcar glas.