Mejor comida recalentada

Los estofados de carne son la comida que mejor queda recalentada [Foto: diariovasco.com]

Química

¿Por qué sabe mejor la comida recalentada al día siguiente?

¡Qué maravillosa es la comida recalentada! Ese plato de estofado que sobró, esa ración de lasañaÂ… recetas que al día siguiente saben mejor que al momento de cocinar, pero ¿esto a qué se debe?

diariovasco.com | 05/11/2018 |

Resulta que la comida recalentada, a veces, está mucho mejor que en el primer momento y no es una cuestión de preferencias o de percepción, sino que esto tiene una explicación científica.

Que haya comida que esté mejor recalentada días más tarde es una cuestión de química

Platos complejos y con cuerpo como estofados, salsas elaboradas o cremas y sopas cobran un encanto especial cuando se recalientan y se comen al día siguiente o a los dos días. Se trata de una reacción química que se da especialmente en este tipo de elaboraciones, y que tienen lugar tras la cocción, refrigeración y posterior recalentamiento.

En esta mejora toman parte tanto la química como la física. Y es que la comida que está mejor recalentada comparte ciertas características. Estas elaboraciones suelen tener alimentos que son muy sabrosos por sí solos, y que precisamente se añaden a las preparaciones para darles más aroma, como la cebolla, el ajo, las especias…

La cuestión es que, en un primer momento, cuando se acaba de cocinar y se come directamente, muchos de estos ingredientes no solo puede que no hayan terminado de soltar su sabor sino que chocan entre ellos. Cuando los ingredientes son muy aromáticos, a menudo cuesta encontrar el equilibrio y unos se superponen sobre otros.

Pero si después de ser cocinados los alimentos reposan mezclados, se enfrían y se vuelven a calentar, los sabores se ligan. Y es que al cocinarse los jugos de estos alimentos interactúan con las proteínas y los almidones.

La mejor comida recalentada: el estofado

Sin duda los estofados y potajes son las comidas que mejor resultado dan tras ser recalentadas. Esto se debe a que al calentarlas toda la grasa de las carnes y embutidos que se utilizan en su elaboración se disuelven, pero al volver a enfriarse toda esa grasa se vuelve a solidificar adhiriéndose a los ingredientes y cogiendo los sabores de la salsa.

Cuanta más carne y más desmenuzada esté en mayor medida se dará este fenómeno. Es por eso que las lasañas, canelones o espaguetis a la boloñesa recalentadas son toda una maravilla.

Además de ello, esto favorece también en la consistencia de las salsas, ya que en estos procesos también ganan cuerpo. Se debe a que la proteína cada vez que se calienta y enfría suelta colágeno espesando la salsa. Eso sí, no se debe abusar de este proceso ya que la carne termina volviéndose fibrosa.