Estas tres frutas: la nectarina, la platerina y la paraguaya tienen las mismas propiedades que el melocotón, con pequeñas variaciones entre ellas. Ricos en carotenos, con lo cual tiene elementos anticancerígenos y antioxidantes, muchos nutrientes, alto contenido en vitamina B3… La nectarina, el néctar de los Dioses, proviene de China. Parece ser que era conocida en Inglaterra desde finales del siglo XVI, desapareciendo luego por razones poco claras. Eso sí, desde hace ya algún tiempo se ha vuelto a introducir e incrementado su consumo en los mercados de Francia, Reino Unido y Alemania. Hace dos siglos que llegó a Estados Unidos.

Los expertos señalan que no existen diferencias morfológicas entre los árboles que producen nectarinas de los que producen melocotones, siendo los frutos la única diferencia entre los dos. Eso sí, las nectarinas son más ricas en vitamina A que los melocotones. Algo parecido ocurre con la paraguaya (en la vigésimo tercera edición del Diccionario de la Lengua Española ha desaparecido la acepción paraguayo para denominar esta fruta, llamándose únicamente paraguaya). Fuera de nuestras fronteras tiene nombres peculiares como donut peach, saucer peach, pan tao, Chinese flat peach o Saturn peach (porque verdaderamente parece el planeta Saturno con el anillo que le rodea). También procede de China y es una mutación del melocotón. Es una fruta que tiene altos índices de potasio, además de calcio, magnesio y fósforo.

Para algunos, la nectarina y la platerina son más fáciles de comer que el melocotón

Una fruta para los niños

Y a medio camino entre la nectarina y la paraguaya está la platerina, fruta que ha aparecido en el mercado hace muy pocos años y que todavía no es fácil de encontrar. Es una mezcla de las dos: la textura y colores de la nectarina y la forma de la paraguaya, con una piel lisa y suave. Tanto la platerina como la nectarina dan respuesta a aquellas personas que no les gusta la pelusa que tiene el melocotón en la piel. Como no tienen que pelarlas tienen un aporte de fibra mayor.

La platerina fue desarrollada por el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) y puesta en práctica por Viveros Provedo, con sede en Logroño. Una de las ideas era conseguir una fruta que le gustara al público infantil. Y es que es muy fácil de comer.