Los productos light son uno de los que se presentan como una alternativa sana, pero hay que conocerlos bien para usarlos correctamente. Una definición del producto light puede ayudarnos a conocerlo. Es aquél que ha sido modificado para que aporte menos calorías. La reducción energética se puede conseguir de varias maneras. Unos productos utilizan la disminución de la cantidad de alimento, y otros sustituyen los azúcares o grasas por otros componentes con menos calorías.
El producto light ha sido modificado para aportar menos calorías, pero no ayuda a adelgazar
Si bien es cierto que los light son alimentos con menos calorías, es erróneo afirmar que ayudan a adelgazar. La menor presencia de calorías contribuye a mantener un peso adecuado y no engordar. Pero podemos incurrir en el error de pensar que si consumimos solo comida de esta línea tendremos una esbelta figura.
Esta actitud nos puede llevar a permitirnos caprichos y comer más de lo habitual, con lo que la ingesta de calorías, aunque menor, prosigue. Además, estaremos dejando de lado el ejercicio y otros alimentos que resultan muy beneficiosos para la salud y que deben formar parte de nuestra dieta diaria.
Además, hemos de tener en cuenta que no todos los productos light dicen toda la verdad. Existen los que aseguran que están completamente libres de grasa cuando no es cierto. En el caso de los lácteos, por ejemplo, esto no es posible porque son grasos por naturaleza, lo que significa que no se puede eliminar totalmente su presencia.
Los elementos que utilizan para sustituir azúcar o grasa, además, requiere especial atención si se sufre alguna enfermedad. Algunos productos utilizan fructosa o sorbitol, que son sustancias que al entrar en contacto con nuestro organismo se convierten en azúcar. Otros son elaborados con harina refinada, y no hay que olvidar que para su preparación es necesario el azúcar, el aceite y la grasa.
Beneficio
No obstante, también tienen un efecto beneficioso, sobre todo para personas que por enfermedad deben llevar una dieta estricta. Estos alimentos, al reducir mucho determinados elementos poco beneficiosos, pueden aportar variedad y diferentes sabores a quienes se ven obligados a limitar mucho su tipo de comida.
En general, no es malo consumir productos light, pero lo ideal es combinarlos con productos naturales de menor aporte energético, moderar las cantidades y cocinarlos de manera sana.