Esta afirmación no solo no tiene ninguna base científica, sino que además es del todo errónea porque las calorías de la fruta son las mismas en cualquier momento. Introducir frutas en nuestra dieta diaria es una decisión muy recomendable, según todos los expertos. La cantidad aconsejada es de tres raciones diarias y el momento de ingerirlas no influye en absoluto en el aporte de efectos beneficiosos que nos proporciona este sano producto.
La creencia de que es peor comer la fruta tras las comidas es infundada
La creencia de que después de comer es el peor momento de hacerlo es errónea. Quienes la defienden alegan que si las consumimos entonces, se quedan en la parte superior del estómago y fermentan, lo que provoca molestias estomacales que se evitarían si su ingesta fuera antes de la comida.
Sin embargo, el estómago no tiene compartimentos estancos, sino que todo se mezcla a la vez. Los jugos gástricos no eligen qué alimento digerir y cuál fermentar porque se ha quedado apresado en la parte superior, por lo que una persona sin problemas de salud puede comer una manzana, una pera, una naranja o cualquier otra fruta sin problemas a cualquier hora del día.
El hecho de que se recomiende consumirla antes de las comidas principales no obedece a que de este modo se reduce la asimilación de calorías. La razón real es que así calmamos la sensación de hambre lógica cuando se acerca la hora acostumbrada de almorzar o cenar, por lo que no atacaremos el plato principal con ansiedad. Por este motivo, las personas que han decidido seguir una dieta de adelgazamiento pueden utilizar este truco.
Tres raciones diarias de fruta
En cualquier caso, comer fruta es una sana costumbre, y se recomienda que se haga en tres raciones diarias de unos 150 gramos. Esto equivale a una pieza de fruta mediana como el plátano, la manzana o la pera; una rodaja mediana de melón, sandía o piña; dos o tres piezas medianas de albaricoques, ciruelas o mandarinas; cuatro o cinco nísperos; ocho fresas medianas o una docena de cerezas, uvas o moras.
De este modo aseguramos un aporte elevado de vitaminas, minerales y fibra alimentaria. Además, las frutas contienen nutrientes energéticos como hidratos de carbono, grasas y proteínas muy aconsejables si queremos mantener nuestro organismo saludable.