Para calmarla, una excelente solución es crear nuestro propio huerto urbano en la terraza y disfrutar al ver crecer nuestras plantas al tiempo que creamos un microclima favorecedor del medio ambiente. Tener nuestros propios cultivos en casa no es muy complicado ni caro. El sencillo proceso se inicia con la elección del lugar donde vamos a ubicar nuestro huerto urbano. La terraza o balcón donde situemos los recipientes de plantación debe ser una zona protegida de las corrientes de aire, bien iluminada y, a ser posible, orientada hacia el sur, ya que así aprovecharemos el mayor número de horas de sol posible.
Si somos novatos, es preferible apostar por cultivos que ofrezcan resultados a corto plazo
Una vez elegida la ubicación, llega el momento crítico. ¿Qué plantamos? Existen grandes conocedores de los huertos urbanos que se atreven con cualquier planta, pero si somos principiantes es preferible comenzar con algo más sencillo.
La decisión ideal es optar por cultivos que puedan realizarse durante todo el año y que nos ofrezcan resultados a corto plazo. También es recomendable que sean plantas de fácil manejo y que las especies no sean susceptibles de sufrir graves enfermedades o plagas.
Son muchas las plantas que cumplen estos requisitos, como las acelgas, las lechugas, el rábano, el ajo o la cebolla. Si bien es cierto que el tomate es uno de los cultivos preferidos, en este caso debemos tener en cuenta que su época de siembra va de diciembre a junio y que exigirá riegos abundantes y prolongados además de un abono especial.
En cuanto a los recipientes a utilizar, dependerá del tamaño de nuestra terraza. Las macetas pequeñas, de entre siete y quince centímetros de profundidad, son muy útiles porque en ellas se puede plantar un elevado número de semillas. Zanahorias, tomates, judías, maíz, guisantes, calabazas, rábanos, berenjenas, pepinos, albahaca o menta son solo algunos de los ejemplos que se pueden cultivar en este tipo de recipiente. Los maceteros de barro, aunque son más pesados, son mejores que los de plástico porque respetan la temperatura de la tierra. Las jardineras o la mesa de huerto son otras buenas opciones.
Técnicas de siembra
La siembra se realizará según exija la semilla. En algunas ocasiones se puede sembrar directamente en el huerto, mientras que otras semillas como la de zanahoria o el rábano se plantan en un pequeño recipiente antes para después trasplantarlos al huerto, que se hará sin estropear las raíces de la planta.
Tan solo nos queda seguir las indicaciones de riego y aportar un sustrato rico, para lo que el compost es el ideal, y nos aseguraremos deliciosas comidas con producto cultivado personalmente.