El origen del nombre de la salsa chimichurri, esa preparación que resulta perfecta para acompañar carnes asadas, pero que también puede aderezar cualquier receta con pescado o incluso ensaladas, no está nada claro. De hecho, hay hasta tres versiones que tienen su peso en cuanto a la etimología de esta salsa se refiere.

Dos teorías indican que el origen del nombre de la salsa chimichurri viene de expresiones inglesas castellanizadas

Lo que sí parece comprobado es que el chimichurri se inventó en Sudamérica, entre Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, más concretamente. Perejil, ajo, vinagre, sal y ají (una variedad de chile, que puede ser rojo, verde o amarillo) son los ingredientes esenciales de una receta que en su principio utilizaba salmuera en vez de vinagre.

Respecto al origen de su nombre, una de las teorías más aceptadas indica que tiene raíces en el siglo XIX en Río de La Plata. Allí, tras las invasiones inglesas a las colonias españolas, muchos británicos fueron hechos prisioneros. Años después, ya en libertad, pedían la salsa que hoy conocemos como chimichurri diciendo “give me curry”, una expresión que se habría castellanizado con el paso del tiempo. También hay quien señala que en realidad decían: “Che, mi curry”.

No obstante, también hay otra teoría que habla de un inmigrante irlandés, de nombre James McCurry. En Argentina era imposible encontrar la salsa Worcestershire en aquella época, por lo que McCurry ideó una receta con los ingredientes disponibles muy similar a la del chimichurri actual. A James se le llamaba amistosamente Jimmy, por lo que su nombre y apellido se castellanizaron como ‘Yimi Churri’.

Una tercera teoría señala que probablemente el origen del término chimichurri no esté en un acontecimiento concreto, sino que quizás derive de antiguos términos indígenas y españoles que con el paso de los años se han perdido. El hecho de que en la República Dominicana exista una receta llamada chimichurris y que se asemeja a una hamburguesa refuerza esta corriente.

Depende del ají

El chimichurri puede ser de sabor más o menos intenso dependiendo de la clase de ají que se le añade a la receta. Además, su sabor también estará supeditado a las especias que se quieran utilizar en una preparación que siempre hay que dejar macerar durante unos días.