La kava es la bebida sin alcohol que desde el verano arrasa en los círculos más ‘in’ de Nueva York. La ciudad cuenta con tan solo tres bares especializados en esta bebida, aunque el cartel del primer bar, abierto en 2015, lo dejaba claro: ‘El alcohol es muy 2014, prueba la kava’.
La kava provoca la misma sensación que el alcohol pero la resaca no está entre sus efectos
Lo que hace única a esta bebida es que proporciona la misma sensación de desinhibición que el alcohol sin sus efectos secundarios y sin la temida resaca. Funciona como un sedante generando una sensación parecida a la del alcohol, provocando en el consumidor relajación muscular y un gran alivio frente al estrés, pero sin interferir en la capacidad cognitiva, es decir, dejando la mente totalmente lúcida.
Un trago de esta bebida puede llegar a costar en un establecimiento alrededor de diez euros, y tarda entre 10 y 15 minutos en hacer efecto. A pesar de que la sensación es muy placentera, quienes la han probado aseguran que su sabor no es nada agradable, por lo que a menudo se acompaña el coctel con siropes dulces o piezas enteras de fruta.
El secreto de esta bebida sin alcohol se encuentra en la resina de la kava. Y aunque resulte relativamente nueva para nosotros, las tribus del Pacífico sur llevan más de 2.000 años elaborando este brebaje.
Para hawaianos, tonganos o samoanos es tradición disfrutar de esta bebida elaborada a base de kava en grandes celebraciones y eventos como las bodas. Además, gracias a sus poderes ansiolíticos ha sido muy utilizada también en el ámbito médico para tratar la depresión.
¿Por qué no se comercializa aquí?
Aunque pueda parecer una gran alternativa al alcohol, la realidad es que la kava no es un opción tan buena como parece. Es cierto que no acarrea los problemas de salud que conlleva un excesivo consumo de alcohol, pero su ingesta no está exenta de riesgos.
Los posibles efectos secundarios de tomar esta bebida sin alcohol llevan siendo estudiados desde los años 70, pero no se ha encontrado aún la razón exacta de sus daños en el cuerpo. Y es que aunque no se conozca el motivo exacto por el cual no es del todo favorable para nuestro organismo, se sabe que el consumo de kava puede ser tóxico, como se ha comprobado con diversos casos en los que ha llegado a acarrear daños en el hígado, problemas cutáneos, vómitos e incluso impotencia.
En todo caso, diversos países de la Unión Europea y Autoridades Sanitarias, entre los que se encuentra España, retiraron hace tiempo la kava del mercado suspendiendo su comercialización por el bien de la salud pública.