Limpiar la freidora correctamente no tiene ningún misterio y es mucho más fácil de lo que podemos pensar. Hay ciertos productos y pasos que nos pueden ayudar a la hora de llevar a cabo esta engorrosa tarea y mantener en buenas condiciones este electrodoméstico, cuyo método de cuidado es a menudo desconocido para muchos.
Limpiar una freidora correctamente es muy fácil si sigues estas pautas
La duda más común es la frecuencia con la que se debe limpiar la freidora. Lo cierto es que no hay tiempo concreto estipulado para hacerlo correctamente. Se puede limpiar cada tres o cuatro usos si se utiliza con cierta asiduidad o hacerlo cuando el aceite empiece a oscurecer o se vean restos de frituras anteriores en el fondo.
Una vez tengamos claro cada cuánto vamos a limpiarla, es importante contar con los productos adecuados para limpiar la freidora correctamente. Vinagre, ya sea de limpieza o de cocina, detergente líquido y bicarbonato sódico son productos que ayudan a eliminar con efectividad los restos de aceite, tarea a menudo complicada. Un buen truco para limpiar los recovecos más pequeños es utilizar un cepillo de dientes.
Pasos para limpiar la freidora correctamente
La limpieza es sencilla, ya que no requiere de mucho tiempo ni dedicación. La clave está en hacerla por partes. Lo primero de todo, aunque pueda parecer obvio para muchos, es desconectarla de la corriente eléctrica.
El cestillo es lo más fácil de limpiar, ya que se extrae con gran facilidad y se puede meter directamente al lavavajillas. En caso de no contar con lavavajillas, con agua caliente, jabón y estropajo también se puede obtener un buen resultado.
A la hora de limpiar la resistencia no se debe utilizar agua, ni el lavavajillas. La mejor opción es limpiarla en seco con papel de cocina. No es recomendable utilizar paños ni trapos, ya que se ensucian en exceso antes de terminar de limpiar la resistencia y se estropean. Dependiendo del tipo de freidora, se debe vaciar el aceite antes o después de extraer la resistencia.
Una vez vacía, se debe llenar la cubeta con agua lo más caliente posible y jabón, dejar reposar unas horas, y aclarar. En caso de ser extraíble este paso es sencillo. Si no lo es, se sebe llenar con agua y jabón la cubeta, conectar la freidora a la corriente, y ponerla a funcionar durante 15 minutos a 120ºC. Pasado este tiempo, se desenchufa, se deja enfriar el agua, y se pasa una bayeta.
El vinagre y el bicarbonato sódico se utilizarán disueltos en agua, en caso de tener suciedad persistente. Si la tapa no es extraíble, se debe dejar reposar unos minutos con una solución de bicarbonato sódico y agua. Retirándolo después con la ayuda de una bayeta o papel de cocina. Y para dejarla impoluta, pasaremos el cepillo de dientes por los rincones más inaccesibles.