No todo el mundo conoce las claves para ordenar el frigorífico de forma correcta. Puede parecer una simple cuestión de espacio, ya que al margen de los cajones que la mayoría utiliza para frutas y verduras, el resto de los alimentos se tienden a colocar de forma aleatoria buscando el aprovechamiento del espacio. Y aunque esto también es importante, se deben tener en cuenta muchos otros factores.

Los productos más perecederos como la carne o el pescado deben ir en las baldas inferiores, ya que son las más frías.

Hay ciertas pautas que ayudan a que los alimentos se conserven mejor y mantengan su sabor, propiedades y nutrientes. La mayoría de las neveras cuentan con algunas indicaciones claras sobre cómo guardar los alimentos. Cajones con dibujos o hueveras en la puerta son algunas de las instrucciones que nos dan los fabricantes para indicarnos cómo colocar nuestra compra.

La puerta sin duda es una de las partes más claras del frigorífico. Ya que además de las hueveras acostumbran a contar con pequeñas pestañas para guardar mantequilla o quesos frescos y piezas para sostener mejor las botellas. Por ello, en la puerta ubicaremos huevos, mantequilla, salsas y bebidas.

En la parte superior de la nevera deben ir los lácteos, quesos y yogures. En caso de contar con pocas baldas, en esta altura se pueden colocar también los alimentos preparados, sobras de comida pertinentemente envasada y latas de conservas abiertas. En caso de tener espacio de sobra estos segundos irán una balda más abajo.

En las baldas del centro y parte inferior, entre las baldas superiores y las cajoneras inferiores, se sitúan los productos crudos y más perecederos. Alimentos frescos o en descongelación, carnes y pescados, deben guardarse aquí en envases cerrados de cristal. Es preferible optar por los envases de rejilla inferior, de modo que los alimentos no estén permanentemente en contacto con los líquidos que desprenden. Esta parte del frigorífico es la más fresca, es por ello que deben ir aquí los productos más sensibles.

Y en las cajoneras, debemos colocar frutas y hortalizas. Es importante no limpiar estos productos antes de guardarlos, sino justo antes de consumirlos.

Otros trucos

El contacto con el aire favorece la oxidación de los alimentos, por ello es aconsejable envolver en papel de aluminio o film cualquier alimento cuyo envase esté abierto o alimentos, como frutas o verduras, que estén ya cortados o pelados.