Brasas encendidas en una barbacoa

La barbacoa estará preparada cuando las brasas se vuelvan grises [Foto: diariovasco.com]

Comer a la brasa

Aprende a encender una barbacoa de carbón paso a paso

Encender una barbacoa de carbón puede no ser tan fácil como parece si no se ha hecho nunca, pero con unos sencillos basta con 20 minutos para conseguirlo.

diariovasco.com | 26/07/2017 |

Anímate a encender la barbacoa en la próxima fiesta de este verano. Algo tediosa, la tarea de encender la barbacoa puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza si no se ha hecho nunca. Encender el fuego, avivarlo, conseguir que las brasas estén en su punto para empezar a cocinar… hay muchos puntos del camino en los que perderse a la hora de preparar la barbacoa.

Para encender una barbacoa lo primero es conseguir todo el material. Necesitarás: la propia barbacoa, mucho carbón, papel de cocina, de periódico o pastillas de encendido y algo para encender el fuego, ya sea un mechero, cerillas o un encendedor, por ejemplo. Además de algo con lo que ventilar el fuego, como un secador de pelo o simplemente un periódico, cartón o un abanico con el que darle aire.

Para encender una barbacoa un buen truco es colocar el carbón a modo de volcán e introducir la pastilla en el centro

Para comenzar a encender tu barbacoa lo primero es situarla sobre una superficie plana. Muchas veces se prepararan en el campo o en la playa, y se olvida el detallito de que si no está bien apoyada puede volcar.

Una vez tengamos la barbacoa bien colocada podemos empezar a encender el fuego. Ahora creamos una montaña sobre el fondo de la barbacoa con los trozos de carbón, alternando trozos grandes y pequeños, y le hacemos un agujero en el centro, a modo de volcán.

Encender una barbacoa: paso 3

Ahora es el momento de encender el fuego. ¿Cómo? Si contamos con las pastillas de encendido es tan sencillo como prenderles fuego y echarlas en el “cráter” de nuestro volcán, teniendo cuidado de no quemarnos. Si no tenemos pastillas, cogemos el papel de cocina o de periódico, hacemos varias bolitas poco prensadas, y las mojamos un poco con aceite. Puede servirnos el mismo aceite con el que vayamos a cocinar.

Con las bolitas húmedas hacemos lo mismo: les prendemos fuego y las echamos en el centro del volcán. Inmediatamente después de echar el fuego a las brasas, tanto en el caso de las pastillas como en el de las bolas de papel, debemos cubrir el hueco con más carbón. En este paso se debe tener especial cuidado de no ahogar las llamas, dejando huecos para que el fuego respire, ya que este fuego será el encargado de encender las brasas de nuestra barbacoa.

Y una vez hecho esto solo falta dar aire a las brasas para avivar el fuego y que prenda bien todo el carbón. Es en este momento cuando se debe echar mano del secador de pelo, abanico o ventilador improvisado.

Cuando las brasas de la barbacoa se vuelvan de un color grisáceo querrá decir que están listas para empezar a cocinar.