La investigación se ha desarrollado por un equipo de especialistas británicos con el objetivo de explicar por qué esta mutación se encuentra estrechamente relacionada con la obesidad. Aunque no todos, algunos de los que padecen esta enfermedad también tienen un problema genético, al presentar una alteración en el gen del receptor de la melanocortina 4 MC4R.
El estudio se basó en reacciones de los sujetos al ver fotos de alimentos
El estudio reunió a ocho personas obesas con este problema, a otras tantas con un peso normal, y a diez candidatos con sobrepeso, obesidad que no tenían esta mutación genética. A todos ellos se les dejó ver fotos para ver cómo reaccionaban los centros de recompensa de sus cerebros.
En concreto, las imágenes fueron de alimentos apetitosos como el pastel de chocolate, de otro tipo de productos más insípidos como el arroz o el brócoli, y de instrumentos y objetos de la vida cotidiana, como una grapadora. Sorprendentemente, los participantes que tenían la misma edad y peso reaccionaron de manera distinta a las imágenes de alimentos apetitosos, descubrieron los investigadores.
Los escáneres cerebrales revelaron de las personas obesas con la mutación genética y de los participantes que tenían un peso normal presentaban un aumento de la actividad similar en los centros de recompensa cerebrales. Por otra parte, los centros de recompensa de las personas obesas y con sobrepeso que no tenían la mutación genética se mostraron poco activos.
Centros de recompensa cerebrales
Los resultados de esta investigación demuestran de este modo que algunas personas con problema de obesidad tienen una mutación genética que aumenta la actividad de los centros de recompensa del cerebro cuando ven la comida, lo que ofrece una nueva visión científica de la enfermedad.
Este descubrimiento es el punto de partida para iniciar nuevos estudios encaminados a paliar el problema. En concreto, se trabaja para obtener una mejor comprensión de cómo esta mutación desencadena los sentimientos de placer y gratificación al ver alimentos con un alto contenido calórico, como el chocolate.
Los futuros resultados permitirán contribuir a mejorar las estrategias diseñadas para evitar que se coma en exceso y disminuir el número de personas obesas, que en determinados países ha alcanzado un número preocupante y que comienza desde edades tempranas.