El problema llega a la hora de deshuesarlas, cuando no tenemos un instrumento adecuado. Comprar un deshuesador a veces no es rentable por su poco uso, además de significar un elemento más en nuestra cocina. No es necesario prescindir de unas suculentas cerezas por este motivo, ya que entre nuestros cajones podemos encontrar instrumentos que facilitan su deshuese, en concreto una botella y una pajita.

Son muchos los trucos caseros útiles para deshuesar las cerezas

La técnica es sencillísima y muy rápida. Se coloca una botella sobre la mesa y, en su boca, se pone la cereza para deshuesar. Después solo es necesaria una pajita que se colocará en la parte superior de la fruta. Con un pequeño empujón hacia abajo, veremos cómo el hueso se queda en el interior de la botella y ya tendremos nuestro objetivo cumplido.

Este pequeño truco es uno más de los que habitualmente se utilizan para no tener que introducir un nuevo instrumento en la cocina. Quitar el hueso de la cereza también es fácil con un clip. Primero retiraremos uno de sus lados para que quede la forma de una pequeña cuchara, y precisamente ese extremo acucharado será el que introduciremos en la cereza para retirar el hueso.

Más imaginativas

Otras alternativas son más imaginativas y requieren un poco más de maña, aunque es apta hasta para los menos hábiles. Un tenedor viejo de casa puede convertirse en deshuesador de cerezas si tenemos a mano unos alicates. Con ellos inclinaremos hasta doblar totalmente los dos pinchos exteriores del tenedor.

Seguidamente, inclinaremos hasta dejar horizontal las dos puntas de los pinchos que quedan erguidos. Tras este paso, solo quedar coger la cereza e introducir este nuevo aparato que hemos conseguido con preferencia por el lado que no tiene el rabo, y veremos la facilidad con la que se extrae el hueso.

Los aficionados a cocinar postres tendrán en casa una manga pastelera que se puede transformar en un útil instrumento para deshuesar cerezas, solo con introducir la parte más pequeña de la boquilla en la fruta y empujar el hueso, del mismo modo que se hace con la botella y la pajita.

Cualquier truco es bueno para disponer en un momento de las codiciadas cerezas con las que elaborar ricos platos, como un helado, un bizcocho e incluso un gazpacho acompañadas de ciruelas.