Un cerdo alimentándose

En Álvaro Parra controlan todo el proceso [Foto: diariovasco.com]

De la Dehesa

'Álvaro Parra', un producto ibérico tradicional y de calidad

Un producto ibérico de calidad sólo se consigue con una buena y cuidada materia prima y una curación natural, como antaño. Esto lo saben muy bien en la empresa Álvaro Parra, que desde hace dos años comercializa los productos que salen de su dehesa en Extremadura; desde el nacimiento del cochino hasta su venta final, controla todo el proceso, asegurando por tanto un alimento natural y de calidad.

diariovasco.com | 11/09/2014 |

Aunque donostiarra de nacimiento, los orígenes de la familia paterna de Álvaro Parra se encuentran en Extremadura, donde hace unos 10 años se hizo con una granja de cerdos ibéricos. Desde entonces se ha dedicado a la cría de estos animales, que desde hace dos años pone sus productos a disposición del público bajo su propio nombre comercial. “Somos ganaderos y controlamos todo el proceso , desde el parto hasta la venta directa en el restaurante o tienda. La dehesa está situada en el norte de Extremadura, en la zona de Plasencia, mientras que la curación la hacemos en Guijuelo”, explica.

Tienes dos líneas de negocio: 100% pureza y 75%

Se trata de una empresa pequeña, familiar, que crece año a año apoyada en la buena acogida que están encontrando por parte del consumidor. Con una  producción pequeña y muy especializada, tiene claro que su cliente busca un producto natural, de calidad. “Nuestra estructura es pequeña y no queremos ni necesitamos saber nada de las grandes superficies ni de entrar en guerra de precios. Eso sólo va en detrimento de la calidad del producto, algo que tenemos claro que nunca descuidaremos”, asegura. Esta apuesta por la calidad le está permitiendo hacerse un nombre no sólo en España (con clientes principalmente en el sur, pero también en Madrid y Gipuzkoa), sino que exportará en breve su jamón a Italia.

Dos líneas de producto

La producción de Álvaro Parra se centra exclusiva en dos líneas de negocio: “La de pureza 100% (con unas grandes exigencias a nivel de normativa) y la 75% pura. Eso sí, solo alimentadas a base de bellota. La curación es en secadero natural, no artificial, como se hacía a la antigua usanza”. Y es que, para que un buen producto ibérico adquiera todo su sabor, todos sus matices, hace falta tiempo y mucha paciencia. “Nuestro producto pasa por un proceso de entre 3 y 4 años de curación. Como digo, es un producto muy natural, hecho como antiguamente y personalizado para cada cliente”, subraya.

Los productos de Álvaro Parra se pueden encontrar a la venta en las principales tiendas delicatesen y restaurantes de Gipuzkoa.