Las ensaladas son un plato muy recurrido para mantenernos en forma, pero también contienen ingredientes que resultan perjudiciales para el organismo. En ocasiones, es preferible comer una hamburguesa a una ensalada. Estudios realizados para analizar los componentes de varios tipos de ensaladas han concluido que la presencia de sodio en ellas es muy elevada, lo que repercute negativamente en nuestro cuerpo.
El atún enlatado, mejor si especifica en el envase que es bajo en sodio
Es el caso de la ensalada Caesar, una de las investigadas. Tras analizar más de 650 ensaladas de este tipo, el estudio confirmó que la mayoría de ellas contiene más sodio que una bolsa de patatas fritas. Nuestro cuerpo necesita una cantidad mínima de sodio al día para cumplir con algunas de las funciones básicas de nuestro cuerpo, como por ejemplo mantener nuestro balance de agua y nuestra presión sanguínea. Sin embargo, el exceso de este elemento causa un aumento de la presión sanguínea, lo que predispone a desarrollar hipertensión arterial e incrementa el riesgo de infartos al corazón y derrames cerebrales.
No se trata de evitar este plato, sino de cuidar su preparación y eliminar si es necesario aquellos ingredientes que aportan sodio. La mayor parte de las ensaladas analizadas forman parte del menú que ofrecen conocidas cadenas de comida rápida, lo que redunda en la idea de que la mejor es la que nosotros preparamos en nuestros hogares.
En muchas grandes superficies también venden este tipo de plato ya preparado, lo que nos ahorra mucho tiempo y nos aporta comodidad. Sin embargo, este producto no sale mejor parado en el estudio, que demuestra que una de cada diez tiene un alto contenido de sal. Las más “peligrosas” son las que combinan pasta, pollo, panceta o atún, que rondan los 2,50 gramos de sal por porción.
Atún enlatado
Precisamente el atún enlatado es otro de los alimentos al que debemos prestar atención. Aunque es bueno por su contenido de ácidos grasos omega 3, también aporta una gran cantidad de sodio, por lo que se recomienda adquirir aquellos en cuyo envasado se especifique que son bajos en sodio.
Otro consejo que no por ser conocido deja de tener validez es regular el consumo de sal. Una medida razonable es no sobrepasar los 2,3 gramos diarios, lo que representa media cucharadita de café al ras. Para conseguirlo, una buena técnica es controlar en la preparación de la ensalada los ingredientes con más sodio como el queso, las anchoas y los encurtidos, además de condimentarla con especias, hierbas, aceite de oliva o zumo de limón.