Varios platos de marisco

El marisco, uno de los alimentos más proclive a producir reacciones [Foto: diariovasco.com]

Bienestar

La intolerancia alimentaria, un enemigo a combatir

En ocasiones, tras disfrutar de un buen almuerzo o cena, nos surgen problemas como diarreas o dolores que cabeza que atribuimos a una mala digestión. Si esa situación se repite con frecuencia debemos comenzar a pensar que quizá la razón se encuentre en que nuestro cuerpo no acepta determinados alimentos

diariovasco.com | 13/09/2014 |

La intolerancia alimentaria es una reacción adversa del organismo hacia alimentos que no son digeridos, metabolizados o asimilados completa o parcialmente. Cualquier producto puede provocar este problema, y así es relativamente frecuente que alimentos tan corrientes como la leche, los huevos o los hidratos de carbono sean los responsables de la aparición de trastornos de salud.

Un análisis de sangre permite detectar esas intolerancias

Estas molestias son de muchos tipos, como dolores de cabeza, mareos, vértigos o fatiga, además de los relacionados con la piel como acné, psoriasis o eczema. También pueden surgir problemas gastrointestinales como estreñimiento o diarrea, náuseas y síndrome de colon irritable, o alteraciones musculares, molestias respiratorias, sobrepeso o ansiedad.

Las intolerancias pueden ser provocadas por alimentos, bebidas, aditivos, fármacos o productos de otro tipo ingeridos accidentalmente. Se desconoce, en gran medida, el mecanismo por el que se originan, pero se sabe que se producen por la acumulación de componentes de los alimentos que no se asimilan correctamente y ello genera una reacción inflamatoria que en ocasiones se manifiesta con diversos síntomas clínicos. 

Respuesta anormal del organismo

Es decir, cuando se produce una intolerancia alimentaria, uno o varios alimentos generan una respuesta anormal del organismo y desencadenan unos trastornos, bien digestivos, bien de otro tipo, que en la mayoría de los casos no se relacionan con el o los alimentos que los originan, ya que se producen síntomas inespecíficos que conducen a patologías crónicas.

Cada persona es un mundo, y quienes padecen este mal lo manifiestan con dolores diferentes. Los alimentos que no toleran tampoco son los mismos en todos los casos, por lo que resulta conveniente buscar consejo médico, que suele consistir en realizar un test de intolerancia alimentaria.

Esta prueba consiste en un análisis de sangre que permite estudiar cómo reaccionan los anticuerpos ante la presencia de un alto número de alimentos. Una vez detectados los problemáticos, tan solo resta diseñar una dieta específica en la que se evite su consumo y se busquen sustitutos con la misma capacidad nutritiva, todo ello para mantener una alimentación sana y nutritiva.