La receta de sopa de tortuga, sobre todo su éxito, corresponde a los siglos XVIII-XIX. En la actualidad es muy difícil probarla, por lo laboriosa que resulta su elaboración y por su precio. Y dado que no todo el mundo en aquellos años podía permitirse el lujo de tomar la auténtica sopa de tortuga, los propios ingleses inventaron una nueva receta con el nombre de Falsa Sopa de Tortuga (Mock Turtle Soup), donde no interviene la carne de este animal. Sí que aparece una cabeza de ternera, manitas de cerdo y un sinfín más de ingredientes.
Dos kilos de solomillo, carne magra o la cabeza de ternera son algunos de los ingredientes de la sopa de tortuga
Tan famosa ha sido y es esta receta que aparece en el libro “Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas”, de Lewis Carroll (1832-1898).
-Reina. ¿Has visto ya a la Falsa Tortuga?
-No –dijo Alicia-. Ni siquiera sé que lo que es una Falsa Tortuga.
-¿Nunca has comido sopa de tortuga? –preguntó la Reina. Pues hay otra sopa que parece de tortuga pero no es de auténtica tortuga. La Falsa Tortuga sirve para hacer esta sopa.
Y para ello no hay más que observar las ilustraciones que realizó el dibujante sir John Tenniel para la primera edición de este libro, y en el que se puede ver al personaje con un caparazón de tortuga como cuerpo, mientras que la cabeza es de ternera y los pies del mismo animal.
Esta falsa sopa es muy complicada de realizar también, y desde luego no es barata por la cantidad de ingredientes que requiere. Como señala el escritor Ángel Muro en su libro de cocina “El Practicón”, publicado en 1894, y en el que hace referencia a los dos tipos de sopa, pero sin distinguir cuál es la falsa, habla de dos kilos de solomillo, carne magra, la cabeza de ternera… Y mucha, mucha elaboración; alrededor de doce horas.
Plato aristocrático
El gastrónomo Néstor Luján (1922-1995) señala que la sopa de tortuga real fue el gran plato de la aristocracia financiera, navieros y piratas ingleses. Indica que la sopa se hace para veinte personas y que se necesita una tortuga de unos diez kilos, más un poco de buey, gallina y un catálogo impresionante de especies y productos aromáticos.