Unos cuantos albaricoques

El albaricoque se encuentra ahora en un momento óptimo [Foto: diariovasco.com]

Frutas de temporada

El delicado albaricoque

Es de la familia de los melocotones; pequeño, aromático y sabroso. Y hay que manipularlos con cuidado ya que si reciben cualquier golpe enseguida comienzan a estropearse. Por eso, tanto en la recolección, como en el transporte, en la venta o en el manejo en casa, hay tratarlos con especial atención.

diariovasco.com | 11/08/2015 |

El árbol fue introducido por los romanos en Europa a través de Armenia, por eso se denominaPrunus armeniaca, aunque no se sabe si lo descubrieron allí o lo trajeron por esa vía, dado que proviene de Asia.

Es una fruta que siempre ha llamado la atención. Así, el escritor Alejandro Dumas, en su Diccionario de cocina, señalaba que “es tan delicada que no es raro escuchar casi cada primavera: este año no habrá albaricoques a causa de las heladas”, describiendo también su piel y carne como “de color gamuzado”.

Los orejones, un típico dulce navideño basado en el albaricoque

Tiene numerosas propiedades, siendo aconsejable para aquellas personas que tienen problemas de obesidad. Es muy rica en vitamina A y ayuda a mejorar nuestra visión. Es también laxante y diurético, lo cual es bueno para tratar la hipertensión y la gota. Otra de sus características es que resulta muy beneficiosa para la piel, tanto por dentro como por fuera. Se produce un aceite que colabora en el retraso en la aparición de arrugas y estrías en la piel. También se utiliza para elaborar mascarillas destinadas a proteger el cutis.

Turquía es el principal país productor de albaricoques y se le denomina de diferentes formas en diferentes lugares y países. Así, en Canarias, Sudamérica o Andalucía, se le llama damasco. También en la parte más septentrional de Andalucía y en Castilla La Mancha se le denomina albérchigo.

Aunque no lo parezca, el delicado albaricoque es una pieza fundamental en la elaboración del Amaretto, un licor procedente de Italia que es de los más consumidos en el mundo. La mezcla del albaricoque y la almendra, la dualidad dulzor y suave amargor, junto con alcohol, azúcar caramelizado y plantas aromáticas, consigue este licor. La historia, cierta o inventada, recoge que este licor es producto del amor, ya que al pintor Bernardino Luini le encargaron que pintara la Madonna de Saronno. Para ello eligió como modelo a la hija del propietario de una fonda. Con el paso del tiempo la muchacha se enamoró de él y le regaló un licor que hacían en su casa (con albaricoques, almendras…).

También en Navidades

Y otro elemento importante, que se consume en invierno son los orejones de albaricoque. Desecados al sol o con otros procedimientos, mantienen todos sus nutrientes y nos hace recordar el sabor original. Eso sí, las calorías aumentan notablemente.