Un estudio reciente de la estadounidense Cornell University ha confirmado que existe un ciclo semanal ‘ad hoc’ para perder peso. De hecho, es un ciclo que influye en la referida pérdida de peso, y también, en consecuencia, en su ganancia. Lo que, en resumen, concluye la investigación es que los fines de semana están para engordar y los días laborables, para adelgazar. Ya lo decía Aristóteles: “En la virtud está el término medio”.

Estos ciclos son una  especie de norma no escrita, hasta el punto de ser inevitables. Un nutrido grupo de voluntarios ejerció de banco de pruebas y fue, así las cosas, sometido por la investigación para llevar a cabo este estudio. En él, se reveló un claro patrón: la gente mengua en su peso de lunes a viernes y lo aumenta los fines de semana. El 59% de todo el que pierde peso de manera habitual, alcanza su máximo desde el viernes al sábado, ambos inclusive. Entre la gente que engorda entre semana, no obstante, no se halló patrón alguno de semejantes características.

Esta información sirve para que la información acerca de las variaciones de peso entre días laborables y fines de semana es susceptible de ser muy importante para establecer una dieta,  o en su defecto para que los datos inciten a decidir llevar a cabo una.

Un ‘homenaje’ el fin de semana

Saber que lo normal es ganar peso los fines de semana ayuda a superar ese hándicap y saber que hay varios factores que proporcionan ese hecho, también. Durante el fin de semana hay tiempo para salir a comer y/o cenar por ahí y así es más fácil ‘pegarse un homenaje’; las sanas costumbres de entre semana se aparcan con una pronunciada inercia y siempre hay tiempo para picar algo con los amigos, la pareja o la familia. Son algunas de las causas de que la gente gana en kilos los viernes y los sábado, tal y como asegura el referido estudio llevado a cabo.

Lo idóneo para tratar de revertir esta situación es tener en cuenta estos ritmos de vida y tomar medidas para invertir las tendencias al alza una vez concluido un fin de semana plagado de comidas, picoteos y demás excesos habituales.