Por todos es conocida la buena fama que tiene la dieta mediterránea, por supuesto, aquella que se realiza con los productos típicos y no añadiendo otros que no son nada buenos para nuestra salud.
Y son precisamente esos alimentos, los primeros, los que aportan importantes nutrientes, como los antioxidantes (frutas y verduras) y ácidos Omega 3 (pescado azul), que son muy beneficiosos para la salud y en particular, para prevenir enfermedades neurodegenerativas.
La dieta mediterránea engloba una serie de nutrientes que ayudan a prevenir enfermedades neurodegenerativas
Antioxidantes, nutriente fundamental
Lamentablemente, cada vez es mayor el número de enfermedades neurodegenerativas y, por tanto, saber que la dieta mediterránea puede ser un buen aliado para combatirlas es un importante aliciente. A esto hay que añadir que, actualmente, son numerosas las investigaciones que están en marcha para evitar el aumento del nivel de prevalencia de estas patologías.
Al respecto de las mismas, durante las ‘XVII Jornadas de Nutrición y VII Congreso Internacional de Nutrición Alimentación y Dietética’ celebradas recientemente en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, se trató de forma especial la relación que existe entre ciertos nutrientes y las enfermedades neurodegenerativas.
Uno de los investigadores, el doctor Pérez de la Cruz aseguró que “una dieta inadecuada es uno de los principales factores que hace que se genere una enfermedad neurodegenerativa. Varias líneas de investigación intentan ligar, por ejemplo, la prevalencia y la evolución del Alzhéimer con distintos tipos de nutrientes, como los antioxidantes y ácidos omega3”.
Los antioxidantes de los vegetales funcionan como antinflamatorio
Por eso mismo, la dieta mediterránea engloba una serie de nutrientes importantes que pueden ayudar a prevenir estas enfermedades cada más comunes entre los ciudadanos. Aunque hay que seguir con los estudios ya que, por ahora, no hay evidencias claras de la eficacia de estos nutrientes.
Otro de los investigadores presente en las citadas jornadas, Ángel Gil, afirmaba que “demostrar la influencia de un único nutriente de forma específica es potencialmente posible en algunas enfermedades, pero no en aquellas (como las neurodegenerativas) cuyo desarrollo tarda muchos años y donde hay muchas variables interactuando, como los hábitos de vida (actividad física, tabaquismo…) y por supuesto, la propia genética”.
Aunque más de allá de la genética, existen ciertos nutrientes que tienen un poder antiinflamatorio y pueden actuar sobre el Alzhéimer. Una enfermedad que cursa desde el inicio con un proceso de inflamación asociado a las neuronas. Por lo tanto, es fundamental la ingesta de alimentos que funcionan como antinflamatorios, tal y como es el caso de los vegetales, que poseen sustancias antioxidantes.