El estilo de vida gastronómico de cada persona es muy personal y diferente. A algunos nos gustan unas cosas y a otros, otras, además de que hay gente que lleva estilos de vida gastronómicos muy concretos, como por ejemplo, los vegetarianos.
No es que un estilo sea mejor que otro. Simplemente, lo que hay que tener en cuenta es que las dietas deben de ser equilibradas y ricas en todos los alimentos y nutrientes que nuestro cuerpo necesita cada día para tener una salud de hierro.
La dieta vegetariana, tan adorada por algunos y criticada por otros, es un buen ejemplo de dieta equilibrada. Y es que, a pesar lo que muchos puedan pensar, estas personas conocen bien qué tipo de alimentos tienen que ingerir para llevar una vida saludable.
Dieta vegetariana
Los vegetarianos solamente incluyen en su dieta alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres y frutos secos. Otros, en cambio, se denominan lácteo- vegetarianos, puesto que a los ya mencionados alimentos, añaden lácteos como quesos o yogur, así como huevos. Además, otros muchos, no se consideran vegetarianos del todo, ya que a veces incluyen pescado y pollo.
Muchos nutrientes de los productos de origen animal son fundamentales para el organismo, por ello, cantidad de personas dudan de si la dieta vegetariana tradicional es realmente sana o no, ya que, en principio, carece de alimentos indiscutibles. Sin embargo, numerosos estudios afirman que los vegetarianos tradicionales corren un menor riesgo de padecer obesidad y enfermedades como diabetes o tensión arterial alta.
Los vegetarianos tradicionales aportan las proteínas suficientes si éstas se incluyen en alimentos vegetales que ingieren. Así, las legumbres y hortalizas son alimentos fundamentales en su dieta, puesto que les aportan las calorías necesarias, así como un suplemento energético esencial.
Dieta más saludable
Uno de los problemas más comunes entre los vegetarianos es la falta de hierro, ya que las fuentes más ricas de hierro se encuentran en las carnes rojas, hígado y el huevo, a pesar que las legumbres y los frutos también contienen hierro y en algunas ocasiones pueden llegar a suplir la ingesta de productos de origen animal.
El calcio es otro de los nutrientes fundamentales para el cuerpo humano. Los vegetarianos no toman calcio a través de los lácteos, sino que lo reciben a través de la ingesta de vegetales verdes como el brócoli, acelgas o espinacas. Además, todos los productos con soja también contienen el calcio necesario. Los cereales integrales y los garbanzos, por otro lado, son muy importantes para una dieta vegetariana.
A la hora de alimentarse a través de una dieta vegetariana, es preciso tener en cuenta las necesidades energéticas del organismo. Por ello, a la hora de establecer el menú de alimentos hay que tener en cuenta las propiedades y las calorías, para aportar energía al cuerpo.
Al margen de la variedad de vegetales, para una correcta alimentación es fundamental incluir diariamente una gran variedad de frutas y alimentos que contengan vitamina A y C.