Un pescado para hacer al horno

El pescado, uno de los alimentos que requiere una conservación más delicada [Foto: diariovasco.com]

Consejos

Sencillos hábitos para mantener en buen estado los alimentos

La temida salmonella es una de las intoxicaciones alimentarias más comunes, sobre todo cuando hace calor y proliferan puntos de venta de comida ocasionales sin demasiado control. Pero existen otras intoxicaciones derivadas de una mala conservación de los alimentos que se pueden evitar con unas sencillas técnicas.

diariovasco.com | 29/04/2015 |

Una buena parte de los responsables de que tengamos una mala digestión e incluso indisposición son el pescado, la carne, el pollo y los huevos. Son los alimentos más susceptibles de degradarse si no se conservan adecuadamente, por lo debemos poner especial atención a la hora de manipularlos.

La comida sobrante siempre debe ser guardada en la nevera en dos horas

Aunque comienza a extenderse la moda de comerlos crudos, y sin entrar en el sabor y disfrute que reportan de esta manera, si lo que queremos es asegurarnos que no se van a contaminar es necesario cocinarlos. Una cocción completa garantiza eliminar cualquier bacteria que puedan incorporar, especialmente en el caso del pollo y de los huevos, para los que se recomienda que la cocción alcance por lo menos el 75%.

Un hecho bastante habitual tanto en el caso de estos alimentos como de otros es que los cocinemos, los sirvamos a la mesa, los comensales alaben nuestras capacidades culinarias, pero finalmente sobren cantidades que se pueden aprovechar otro día. En este caso, hay que tener cuidado al guardarlas para que no se estropeen.

Los expertos en higiene alimentaria recomiendan que no se mantenga a temperatura ambiente, sino que se enfríe. Además, la comida sobrante debe entrar en el frigorífico como mucho dos horas después de su cocción si queremos estar seguros de que su posterior consumo no va a crearnos ningún problema de salud.

La técnica de la congelación también es válida, pero hay que tener en cuenta que para descongelar los alimentos debemos utilizar el microondas y dejar a un lado la común costumbre de dejarlos a temperatura ambiente hasta que los utilizamos.

En cuanto a su almacenaje, los alimentos crudos y los cocinados no se pueden juntar bajo ningún concepto. Es muy aconsejable también utilizar utensilios diferentes en función del estado del alimento que vamos a manipular, y reservar unos para los cocinados y otros para los crudos.

Limpieza

Por último, los expertos recuerdan una norma que parece básica pero que en la que no está de más incidir porque su carencia termina siendo una de las razones más habituales de intoxicación alimentaria, y no es otra que la limpieza.

Lavarnos las manos para manipular alimentos, utilizar superficies previamente limpiadas, asegurarnos de que los utensilios se encuentran en perfecto estado y, por supuesto, lavar los alimentos nos ahorrará molestias imprevistas y, junto con los consejos anteriores, nos permitirá disfrutar de un buen plato sin malos efectos.