Recetas con carne de ciervo

Una receta con carne de ciervo [Foto: diariovasco.com]

Llamada también venado

Ciervo, carne poderosa

La carne de ciervo es una carne con propiedades muy definidas: es recia en buena parte de sus piezas y suele encantar. Hay que pensar que las partes más blandas, como el solomillo o el lomo, se pueden hacer simplemente a la parrilla, mientras que las demás hay que guisarlas.

diariovasco.com | 16/10/2015 |

A la carne de ciervo también se le suele denominar venado, pero también reciben ese nombre la carne procedente de los alces y de los renos, todos de la familia de los cérvidos. Una de sus propiedades es que esta carne es muy magra y, además, suele tener menos calorías, colesterol y grasa que aquellas que solemos comer habitualmente en casa, procedentes de ternera o cerdo, incluso cordero.

La de ciervo es una carne muy magra y recia, pero con menos calorías, colesterol y grasa

Tiene una alta cantidad de vitamina B12, al igual que otras del grupo B. Por otro lado, contiene mucho hierro y proteínas. Eso sí, hay que tener cuidado con el consumo intensivo de carne de venado o ciervo, lo mismo que hay que tener cuidado con el consumo excesivo de cualquier otro tipo de carne.

La dieta tiene que ser variada y las proteínas se deben tomar también de otros alimentos como el pescado, los huevos o las legumbres, que los tenemos muy a mano. Hay que recordar que muchos de los antiguos reyes y miembros de la nobleza solían padecer gota, producida entre otras cosas por comer mucha carne, no tomar verdura ni pescado prácticamente.

Esta carne de venado, oscura, roja, se puede encontrar congelada en algunos establecimientos. En lo que a textura se refiere, no es como la de la ternera. No hay que olvidar que, en el fondo, es una carne de caza (y ahora estamos en temporada), por lo que suele haber que masticarla un poco más.

Carne de caza

Lo más habitual para este tipo de carnes es marinarlas durante un mínimo de veinticuatro horas, en una maceración que suele llevar habitualmente vino, puerro, apio, cebolla, tomillo y otras hierbas. Luego se suele dorar, agregando algunos ingredientes más, y añadiendo en buena medida todo el caldo de la maceración para que se haga a fuego lento. Hay quien pasa la salsa y quien no. Lo mismo que hay quien le añade una pastilla de chocolate negro.

Lo habitual en los animales salvajes, los que pastan y corren libremente, es que su carne sea más oscura que la de aquellos que están criados en cautividad, aunque tengan mucho terreno para comer. El instinto de supervivencia y el no tener la comida asegurada hacen que tengan mayor desarrollo muscular. Su carne, biológicamente, es de más calidad.