El de la cebolla, entre sus diferentes variedades la cebolla roja, es uno de los cultivos más antiguos que ha realizado el hombre. Hay numerosas ilustraciones en las tumbas de los faraones que muestran la recolección de las cebollas o a personas comiéndolas. Desde siempre se le han atribuido propiedades medicinales, siendo parte fundamental de numerosas cataplasmas.

La cebolla roja protege el sistema cardiovascular y previene la osteoporosis

Hay diferentes tipos de cebolla, las cuales tienen sabores distintos y se suelen utilizar para diferentes platos. Algunas son mejores para tomar en crudo, otras para guisar o al horno… Las de diferentes colores: blancas, rojas, amarillas, cobrizas… Normalmente las cebollas que tienen color más claro, más blanco, suelen ser las que menos pican. Son tempranas y tienen más cantidad de agua.

Se suele denominar como cebolla dulce a aquellas variedades que tienen muy poco picor. Son magníficas para tomar en crudo, en ensaladas, y comienzan a ser muy demandadas ya que son muchas las personas a las que no les gusta el picor que suelen tener las demás.

Una de las más conocidas se denomina de Fuentes, cebolla de Fuentes de Ebro, de donde es su procedencia. Esta cebolla de Fuentes es tierna, tiene escaso picor, tienen una buena textura y da un gran resultado cuando se asan en el horno.

Cebollas rojas

Las cebollas rojas son las que más antioxidantes tienen. Además de la quercitina, suelen tener altas concentraciones de antocianinas, pigmento que se encuentra también en el vino tinto, dando su color característico. La quercitina, que está en todas las cebollas, es una sustancia antioxidante.

Tienen numerosas cualidades para el cuerpo humano. Entre otras protegen el sistema cardiovascular, ayudan a la circulación sanguínea, además de prevenir la osteoporosis y favorecer el sistema urinario.

Por otro lado, no tienen grandes concentraciones de carbohidratos, ni de nutrientes. Cuentan con muy pocas calorías y apenas algo de fibra, así como pequeñas cantidades de potasio y calcio. Al comerla cruda activamos los jugos gástricos en el estómago, por lo que mejoramos nuestras digestiones.

Olor a villanería

Suele dejar, en ocasiones, un olor durante horas en la boca. Olor que si se ha combinado la cebolla con limón y sal se puede tornar en desagradable. Cervantes hace decir a Don Quijote en sus consejos a Sancho Panza: “No comas ajos ni cebollas porque no saquen por el olor tu villanería”.

Pican al comerlas por el ácido pirúrico, que se forma cuando se rompen las capas cuando cortamos la cebolla. Depende también de más factores, como la tierra donde se ha cultivado, del agua o riego que se les haya dado, al igual que del momento de la recolección. Cuanto más tardía es más probabilidades hay de que piquen las cebollas.