Esta es la temporada de la acelga, con las hojas de un verde brillante, tiernas, y toda la planta plena de nutrientes. Eso sí, es conveniente consumirla pronto una vez comprada ya que se deteriora con rapidez cuando se ha recolectado. Si no lo vamos a hacer lo mejor es congelarla (aguanta perfectamente), pero eso sí, es conveniente escaldarla con antelación en agua hirviendo.
La temporada de la acelga es cada vez más larga y dura ya hasta la primavera
A muchos pequeños sigue sin hacerles mucha gracia un plato de acelgas con patatas hervidas. Es probable que su sabor se valore más por parte de los adultos ya que suele ofrecer, en ocasiones, un ligero amargor, un sabor peculiar. Para aprovechar todas sus ventajas, una manera de hacer que los niños la coman es en puré, mezclada con otras verduras.
Y es que su presencia en la cocina es muy variada. Las hojas se pueden tomar, cuando están muy frescas, perfectamente en ensalada, como si fueran espinacas (admiten las dos las mismas preparaciones). Participa en sopas, en rehogados, también en bechamel, como ingrediente de empanadas, en guisos de invierno… Y el caldo, lleno de nutrientes.
Humilde la acelga porque suele tener un precio modesto. Hay quien puede considerar que es una verdura de segunda debido a que no tiene un precio elevado, pero se pierde un producto diurético, digestivo y por lo tanto conveniente para aquellos que tienen el estómago delicado.
Y también tiene importantes cantidades de minerales. Así, mientras que el potasio es el más notable en la acelga, en comparación con otras verduras tiene un altísimo contenido en magnesio. Conviene destacar que si se toma cruda tiene mayor cantidad de vitamina C que si se toma cocida.
La temporada de la acelga, hasta primavera
Ahora la podemos encontrar congelada o en conserva y poder disfrutarla durante todo el año. Pero la acelga se ha consumido desde hace milenios. Los árabes fueron los primeros en disfrutarlas y los que la fueron llevando a los países mediterráneos. Por eso fue también una verdura importante en la alimentación de griegos y romanos.
El propio nombre de acelga proviene del árabe, y anteriormente del griego (que era la lengua que se solía hablar en muchos países aunque estuvieran bajo control árabe). Cuando los reinos de Taifas en España, la acelga era una de las mejores verduras para ellos. Y aunque la consideraban poco nutritiva, estaba presente en muchos cocidos.