¿Te has preguntado alguna vez por qué se llaman perritos calientes? Los has visto, comido y puede que hasta cocinado, pero pocos son los que conocen realmente el origen de uno de los reyes de la comida rápida.

La fama de los ‘perritos calientes’ tiene mucho que ver con los partidos de beisbol

Esta receta, cuyo principales ingredientes son una salchicha y un pan especial, se ha hecho un hueco en la gastronomía del mundo, aunque con una falsa identidad. Y es que parece ser que su origen no es Estados Unidos, como predica la creencia extendida, sino que este delicioso bocado surgió en Alemania, la cuna de la salchicha.

Sería allá por el año 1887 cuando este embutido aterrizaría en Estados Unidos gracias a la inmigración. Conocido como ‘dachshund’ (perro salchicha) en su tierra natal, se hizo rápido un hueco en muchas carnicerías y fábricas, gracias a reducido costo y buen sabor.

Pero aunque su origen no se lo deba a este país, lo cierto es que su fama parece que sí. Los perritos calientes empezaron a cobrar fuerza entre la clase media estadounidense, aunque sin duda el ‘boom’ llegaría de la mano de los partidos de beisbol.

Un hombre llamado Harry Mozley Stevens tuvo mucho que ver. Y es que este vendedor de comida en los partidos de beisbol, apostó por cambiar su carrito de helados por la ya archiconocida bandeja de perritos caliente. Harry los vendía al grito de: “¡Aquí están las rojas calentitas, adquiera un adquiera un ‘dachshund’ (perro salchicha) mientras estén calientes!”. Para inicios de 1900, este vendedor ya había hecho de los perritos calientes el tentempié de moda.

Fue entonces cuando un periodista deportivo publicó una columna parodiando la manera en que el buen hombre anunciaba los perritos calientes, bautizando este producto en su publicación como ‘hot dog’ (perritos calientes), al no saber escribir el nombre en alemán.

El truco de un buen perrito caliente

Seguro que muchos habéis probado a prepararlos en casa y os topado con un resultado poco esperado, y es que la clave está en la salchicha. La calidad es un punto importante, aunque la clave sin duda está en su preparación.

Y es que en realidad tenemos el truco ante nuestros propios ojos. Cuando preparamos un perrito caliente en casa, la tendencia de la mayoría de la gente es freír la sartén, pero ¿os habéis fijado cómo las hacen en los puestos ambulantes? Conseguir una salchicha de textura suave e intenso sabor es tan fácil como optar a hacerla cocida o al vapor. De esta forma evitaremos que la piel se endurezca. Una vez lista, disfruta de acompañarlo con kétchup, mostaza, mahonesa, cebolla frita o cualquier otro aderezo que se te ocurra.