Hoy en día la industria alimentaria ofrece distintos tipos de leche que aportan grandes ventajas. Cada uno de los distintos tipos de leche aporta una serie de efectos y beneficios en el organismo.
Leche pasteurizada y descremada
La leche descremada es la recomendada por excelencia. Se le ha eliminado la grasa y además, aporta proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales.
La leche es uno de los pilares de la dieta del ser humano, debido a la riqueza y variedad de sus nutrientes
La leche natural o cruda es aquella que no ha sido sometida a ningún proceso, por lo tanto, no se recomienda consumirla sin hervirla, ya que las bacterias que contiene pueden ocasionar infecciones gastrointestinales. Es preciso hervirla hasta que se forme la nata en su superficie.
Por otra parte, la leche entera, por su alto contenido de grasa, es recomendaba solo para niños, porque necesitan la energía de la leche para su crecimiento y el desarrollo del sistema nervioso.
La leche pasteurizada y ultrapasteurizada, es el resultado del proceso que se realiza para destruir los microorganismos causantes de las enfermedades y para reducir el número de bacterias y poder mejorar la conservación de este alimento. Este método tiene un efecto mínimo en el sabor o en la calidad nutricional de la leche.
La leche en polvo, es otro de los tipos de leche más comunes. Al mezclarse con agua tiene una cantidad similar de proteínas, grasa, calorías y minerales que la leche fresa, aunque algunas vitaminas suelen eliminarse durante el proceso; por ello, suelen añadirle vitaminas. Otro de los tipos de leche más consumida es la leche sin lactosa. Es una leche sometida a un proceso industrial a través del cual se degrada la lactosa. Es beneficiosa para personas con intolerancia a esta sustancia.
Por último, se encuentra la leche semidescremada. Este tipo contiene la mitad de las grasas, pero conserva sus propiedades nutritivas. Es recomendable consumir este tipo de leche cuando se tiene tendencia al sobre peso.