No hay más que identificarlas para conocer hacia dónde se dirige la nueva cocina. Una de las más visibles y que más afectan a nuestro bolsillo de manera favorable es la irrupción de la alta cocina en formato asequible. Por un lado, se han popularizado los pintxos elaborados por grandes nombres de la cocina con el mismo esmero y cuidado que lo harían si prepararan un plato de carta.

Los platos para celíacos se han hecho un hueco en cartas de restaurantes muy importantes

Estas pequeñas presentaciones nos permiten disfrutar de exquisitas propuestas sin necesidad de dejarnos el sueldo en ello, como también nos lo permite una costumbre que comienza a surgir y que consiste en que grandes chef decidan abrir restaurantes más modestos donde degustar alta cocina a precios moderados.

Otra tendencia es la de los productos de proximidad, que en zonas como la vasca se ha convertido en una institución. Los gustos de los consumidores cada vez son más exigentes, y se muestran más dispuestos a pagar algo más para que el tomate sepa a tomate y la berenjena a berenjena. Por este motivo, cobran auge los pequeños productores a lo que se les compra directamente los alimentos.

En relación directa se encuentra el fenómeno de incorporar en la carta productos en los que se especifica su denominación de origen. Este dato es cada vez más importante porque certifica la calidad del producto, y así reaccionan los restaurantes, en cuyos menús no es difícil encontrar los habituales “pimientos de Lodosa”, “queso Idiazabal” o “anchoas de Hondarribia” para reforzar la confianza del cliente.

Naturaleza

Lo natural está de moda también en la gastronomía, como lo demuestra una tendencia que aparece sobre todo en grandes ciudades. Sus mercados comienzan a abrir locales entre carnicerías, pescaderías y verdulerías donde apreciar un buen pintxo o saborear un menú del día basado en los productos que rodean al establecimiento.

La creciente importancia que se otorga a determinadas enfermedades tiene igualmente una influencia en el mundo culinario, y así los productos aptos para celíacos se han hecho un hueco en las cartas, donde aparecen de manera específica con mayor frecuencia para responder a una demanda cada vez mayor.

Son algunas de las tendencias que han surgido en los últimos años en la gastronomía, y que demuestran que es un arte en continuo movimiento y muy pendiente de la evolución de la sociedad en la que se desarrolla.