La novedad radica en no utilizar reactivos y no necesitar recambios, por lo que les hace más sencillos para mejorar la calidad del agua del grifo. Un análisis de la OCU, sin embargo, afirma que no pueden recomendarse para esta misión al no tener ninguna base científica. La cal es una de las principales enemigas de nuestras cañerías y, por extensión, de nuestras vidas diarias, que en ocasiones se ven alteradas por la necesidad de contar con un profesional que solucione el problema de los grifos.

No presentan ninguna base científica, por lo que la OCU no puede recomendarlos

Las incrustaciones que deja en las tuberías pueden representar un engorro, al que añadir la necesidad de utilizar más detergente cuanta más cal tenga el agua empleada para la lavadora. Otro de los usos habituales que damos al agua del grifo es su consumo directo. También en este caso puede generar molestias porque cuanta más cal tenga, más sabor acerado presentará.

Hay que recordar que la cal no es dañina para la salud. Sin embargo, no es agradable cuando se consume, por lo que muchas personas optan por adquirir un descalcificador que depure el agua de su domicilio. Existen de muchos tipos en el mercado, pero últimamente se publicitan los magnéticos por resultar, según se señala, más ecológicos y baratos.

La Organización de Consumidores y Usuarios ha optado por analizar este tipo de descalcificadores. Su conclusión principal es que no presentan ninguna base científica, por lo que no puede recomendarlos como eficaces para mejorar la calidad del agua del grifo, además de considerar que utilizan prácticas publicitarias que los acercan a productos milagro.

No eliminan la cal

La OCU advierte de que este tipo de aparatos no eliminan la cal del agua, ni cambian o mejoran su gusto. A estas consideraciones hay que añadir que no están autorizados por el Ministerio de Industria para ser instalados en la alimentación de calderas de vapor ni modifican a mejor la calidad organiléptica, química o microbiológica del agua.

Otras de las advertencias en la que incide es que no disminuyen ni eliminan la concentración del cloro residual desinfectante del agua del grifo, ni la convierten en agua de manantial. Por último, señala que estos instrumentos tampoco solventan los problemas de corrosión en las tuberías de agua.

Por todas estas razones, la OCU recomienda tener cuidado a la hora de adquirir descalcificadores y conocer con exactitud qué ventajas comportan y cuáles son dudosas para evitar posteriores sorpresas.