Dice el refranero popular que hay que desayunar como un rey, aunque esto no siempre es posible por falta de tiempo o, simplemente, por falta de costumbre. Cuando llega el fin de semana, sin embargo, no hay quien se resista a despertarse y sentarse a desayunar como mandan los cánones.
Es, sin duda, uno de los momentos más placenteros de la semana y el escenario ideal para darse el capricho de comerse unos crepes, cuya elaboración es bastante sencilla, tal y como explica Paskal Blanchet, el dueño de la crepería Quebec, de la Parte Vieja de Donostia.
Nacido en la región canadiense que da nombre a su establecimiento de la calle Fermín Calbetón, Paskal indica los pasos a dar para cocinar este producto tan típico en Francia. «Para que no queden grumos, lo ideal es seguir el mismo proceso de elaboración que en una bechamel, es decir, batiendo en primer lugar dos huevos y medio vaso de agua y añadiendo después, de golpe, un cuarto de kilo de harina. A esa masa espesa se le va añadiendo la leche, aproximadamente un cuarto de litro, hasta que la masa tenga la consistencia ideal», indica. Acto seguido, si es para uno dulce, Paskal añade vainilla, azúcar y canela y, si es para uno salado, se le pone sal, pimienta y perejil. «Es mi toque personal», remata.
Sólo falta freírlos: «A la hora de hacer los crepes, se pone una sartén al fuego y se añade mantequilla por toda la superficie de la sartén. Cuando se haya derretido, se vierte la masa espesa, se esparce por toda la sartén y se van haciendo los crepes, bien finos, hasta que queden bien dorados. A partir de ahí, sólo queda acompañarlos», remata.
Dulces y salados
«El más demandado es el crepe con nutella y otra de nuestras especialidades es el crepe de sirope de arce, que es un tipo de caramelo natural», explica el dueño de la crepería Quebec, que también ofrece a sus clientes crepes de compota de manzana, de mermeladas variadas, de dulce de leche o de crema pastelera. Habitualmente, además, los complementa con frutas (plátano, pera, fresas…) o nueces, helado y nata.
En cuanto a los salados, también existe un amplio abanico de posibilidades, combinando jamón, diferentes quesos o huevo, u otros ingredientes como salmón, jamón serrano, vegetales o queso de cabra. Ya ven, para gustos, los sabores… y los crepes.