Redondos, de diferentes colores y esponjosos. Así es el ‘macaron’. Un postre que apareció en la Edad Media, diversificándose hasta alcanzar nuevas formas y nuevos sabores. Oriundo de Italia, el macaron pasó a Francia en el Renacimiento.
Elaboración
En la pastelería Aguirre de Irun, conocen bien cómo es el secreto para hacer un buen ‘macaron’. Sin desvelar las claves de elaboración del mismo, desde el obrador del establecimiento, Beñardo explica que los ingredientes que utilizan son: «almendras, huevo, azúcar, harina y esencia de limón». Un postre que elaboran desde hace muchos años y que tiene muy buena acogida entre sus clientes y que tiene, tal y como Beñardo añade, «un sabor muy similar a la opilla».
Para su elaboración hay que seguir las siguientes pautas: Se baten las claras a punto de nieve y se añade el azúcar glass tamizado. Se añade la almendra molida y el colorante. Se mezcla bien todo lo anterior y con una manga pastelera se van poniendo en la bandeja del horno. Deben reposar durante 35 minutos y luego se mete en el horno precalentado a 175ºC durante 12-15 minutos. Se retiran los 'macaron' del papel una vez se hayan enfriado. El relleno puede ser al gusto
La gran variedad de sabores, así como el mimo a la hora de elaborarlos es lo que les ha llevado a los miembros de la pastelería Barrenetxe, de Donostia, a que sus ‘macarons’ tengan gran acogida entre su público. «Estamos muy contentos con este producto que llevamos elaborando desde hace un año. Tenemos 8 sabores diferentes: frambuesa, limón, vainilla, trufa, mantequilla a la sal, coco, pistacho y manzana. Además, estamos trabajando para sacar nuevos sabores, como por ejemplo el de castaña, en invierno», explica Rosa Guisasola.
Los mismos se venden en cajas «de 8, 16 ó 24. La caja también es muy bonita: alargada y con dos lauburus a los lados».