Con la que está cayendo, nadie se puede o debería de permitirse despilfarrar comida. Es cierto que en los hogares se procura aprovechar todo y en ese camino se debe de seguir, pero esto no se da tanto en la industria, la cual, de buenas a primeras, deshecha aquellos alimentos que son considerados como ‘no vendibles’ por el aspecto que tienen, a pesar de que se puedan consumir perfectamente o también, porque se produce más cantidad de la que después se va a poder vender.

Tal y como indican los datos, cada año se producen en el mundo casi 4.000 millones de toneladas de alimentos, de los cuales la mitad se consume, y el resto se tira a la basura. Si este dato resulta alarmante, más lo es saber que hay 1.000 millones de personas pasan hambre en el mundo. Si cerramos más en círculo y nos quedamos con los datos del estado español, estos indican que, anualmente, se despilfarran alrededor de 8 millones de toneladas de alimentos, con 11 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, según aseguran desde Cáritas.

Así las cosas, está en manos de todos el consumir de forma responsable y para ello hay diferentes actos que debemos de realizar en nuestro día a día, para que se conviertan en una costumbre. Algunos de estos consejos se recogen en la web www.mundosabor.es

• Planifique la compra mediante un menú semanal y una lista de la compra en función de dicho menú.
• Compre las frutas y verduras por unidades.
• Compruebe la fecha de caducidad de los alimentos perecederos.
• Verifique que el frigorífico trabaja a la temperatura adecuada.
• Aproveche las sobras para otros platos, o congelándolas.

Además de llevar a cabo estos actos, también se pueden realizar otro tipo de actividades que ayuden a reducir el despilfarro y que podemos encontrar en la Red.

La alimentación no tiene desperdicio

Este es el eslogan de la campaña contra el despilfarro de alimentos que han puesto en marcha entre MAGRAMA y la Federación Española de Bancos de Alimentos. Una campaña en la que se pretende frenar el despilfarro y a ser más eficientes tanto en la producción como en la distribución y de la que también forma parte la AECOC (Asociación multisectorial de fabricantes y distribuidores responsable de la implantación del código de barras).