Cocinar al baño María es una técnica algo olvidada, pero muy eficiente, en la que es difícil equivocarse y nos puede ayudar con grandes recetas de toda la vida. Si alguna vez te has preguntado sobre el secreto de ese postre tan exquisito, delicado y perfecto, es probable que el baño María se encuentre detrás de ese gran resultado.

Cocinar al baño María es una técnica perfecta para postres y preparaciones delicadas

El baño María consiste en introducir un recipiente con ingredientes dentro de otro recipiente de mayor tamaño lleno de agua. El recipiente grande se somete a un contacto directo con una fuente de calor, como pueden ser los fogones de la cocina, de forma que el agua se calienta y va cocinando poco a poco el contenido del recipiente menor. Es decir, tiene lugar un calentamiento indirecto de los alimentos.

Este método es muy utilizado en recetas que precisan de un calor constante, pero suave, como es el caso del flan o los pasos previos a la elaboración de una receta como fundir chocolate para crear la cobertura de una tarta, mantequilla, queso, montar yemas y azúcar... Y es que esto nos permite controlar la cocción de forma mucho más sencilla y sin correr el riesgo de que el alimento se queme.

Claves para cocinar al baño María

Cocinar al baño María es sencillo si tenemos ciertos detalles en cuenta. Además para aquellos que sean algo patosos en la cocina, puede suponer todo un descubrimiento. El baño María se puede llevar a cabo tanto en la vitrocerámica como en el horno o microondas. Lo importante en este caso es escoger el recipiente adecuado, tanto en cuestión de material como en lo que al tamaño se refiere.

Se debe tener cuidado también de que el agua no supere los dos tercios de la capacidad del recipiente, ya que si no podemos correr el riesgo de que el agua rebase el recipiente de dentro y se mezcle con los alimentos que estamos cocinando.

Además de ser una técnica de cocción, el baño María es un gran truco para mantener la comida caliente durante una comida con invitados. Al calentar de forma uniforme y muy suave nos permitirá mantener la temperatura sin cocinar en exceso nuestra receta o tener que recalentarla.